BALADA. El testamento más mediático de la historia de Menorca, al fin resuelto - Archivo

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Se acabó el misterio. La Casa Real dio a conocer ayer por la tarde el destino de la herencia recibida del multimillonario ciutadellenc Juan Ignacio Balada Llabrés, quien quiso que todo su dinero fuera a parar a los Príncipes de Asturias. Al final, el valor del legado de Balada ha sido de 10.636.330,63 euros, mucho menos de lo que se había especulado, y una cantidad a la que hay que restar las deudas acumuladas y los gastos. Tras cuadrar los números y pagar los gastos notariales, el patrimonio final que Balada legó a la Casa Real es de 9.832.995,42 euros.

Una cantidad de la que, en principio, Menorca verá poca cosa. Primero, porque la Casa Real ha decidido que todos los bienes inmuebles que tenía el multimillonario sean vendidos. Todos, incluida la farmacia Llabrés o Bini Talaiot. Según fuentes de La Zarzuela, en su testamento Balada había dejado consignado que algunos de sus edificios se vendieran, pero no todos. Ha sido la Casa Real quien ha decidido que finalmente sean todos los inmuebles los que se vendan. Su tasación asciende a 1.833.058,10 euros, un dinero que hasta que no sea recaudado, es decir, hasta que no se vendan los edificios, no podrá ser repartido. Así, si se descuenta esta cantidad del total de la herencia, resulta que el dinero a repartir son 7.999.927,32 euros.

Esta cantidad se divide en dos partes iguales: una destinada a la fundación que propuso Balada, y otra a los herederos físicos. A la fundación le corresponden 3.999.968,66 euros, en este caso libres de impuestos. Se trata de un ente que ya se ha constituido, y que tendrá alcance nacional. Sus fines, según la Casa Real, serán la formación de la juventud para facilitar su integración laboral, la promoción de proyectos de carácter social, y el fomento de la cultura. La fundación también trabajará para apoyar a la monarquía, tal y como especificó Balada en su testamento.

La otra mitad de la herencia se divide a partes iguales entre los Príncipes de Asturias, sus hijas Leonor y Sofía, y sus sobrinos Felipe, Victoria, Juan, Pablo, Miguel e Irene. En principio, a cada uno de ellos les corresponden 399.996,86 euros, una cantidad que hay que someter al Impuesto de Sucesiones del Govern balear. En este caso, se ha aplicado un tipo que se acerca al 82 por ciento, tal como había avanzado en su día este periódico. De esta manera, el Ejecutivo autonómico se embolsará unos 3,3 millones de euros de la herencia, y a cada uno de los herederos les quedarán unos 70.000 euros netos. Los menores de edad deberán esperar a cumplir los 18 años para decidir el destino de su parte, pero los Príncipes ya han anunciado que su dinero irá a parar a la Fundació per a Persones amb Discapacitat de Menorca.