Rocío. La Romería de la Casa de Andalucía tuvo este año a la lluvia como protagonista invitada, obligando a suspender el Rosario de la Aurora y la procesión de la noche del sábado - Myriam Traid
Tristes, pero agradecidos por los momentos vividos y grabados en la retina, lo romeros despidieron ayer a la carreta de la Blanca Paloma a los sones de la Salve Rociera. La noche, en el campamento instalado en el recinto ferial de Es Mercadal fue larga y "pasada por agua", pero la devoción fue mayor. La lluvia y el granizo obligaron a muchos a cobijarse en los pabellones del viejo recinto militar. Otros, estoicos, capearon el temporal resguardados en las casetas, comprometidos por el divino misterio de la fe, y aunque este año se echó de menos el calor de las hogueras sí hubo tiempo y ganas para cantarle a la Reina de las Marismas.
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