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Mejorar las condiciones de financiación para las empresas, impulsar la formación profesional centrada en el ramo y reforzar la promoción comercial, muy especialmente en el extranjero, son algunas de las claves para la viabilidad del sector del calzado en Menorca. Así lo ponen de manifiesto los responsables de las principales firmas menorquinas, lanzadas este mes a un recorrido ferial que las ha llevado a Milán, Madrid o Düsseldorf, conscientes como son de que la participación en estos certámenes resulta fundamental para dar a conocer sus colecciones en un mercado cada vez más globalizado y exigente.

"Las ferias no son obsoletas, no pueden desaparecer, éste es un producto que necesita poderse ver de cerca, tocarlo", sostienen Lina Mascaró y Arturo Pons, responsables de Mascaró y Ponti, respectivamente, al ser preguntados por la vigencia de este instrumento promocional en relación a la irrupción de las nuevas tecnologías en el tráfico comercial.

Por este motivo, todas las firmas menorquinas apuestan por la participación en el máximo número de certámenes posible pese al alto coste del mismo y valoran positivamente la colaboración institucional que reciben.En este sentido, todas las empresas consultadas han reconocido que, en la medida de sus posibilidades, tanto el Consell como el Govern se vuelcan con el sector y han expresado su deseo de que se mantengan las ayudas que se otorgan para este tipo de acciones promocionales.

No obstante, los fabricantes de calzado entienden que el mantenimiento del tejido industrial de la Isla exigiría medidas adicionales en diferentes ámbitos. "No tenemos mano de obra especializada, con el boom del turismo muchos trabajadores dejaron el sector y no ha habido un relevo", apunta Santiago Pons Quintana. Su opinión es compartida por Miquel Mesquida. "Tendría que haber FP para evitar que la gente se marche, hay quien tiene que fabricar fuera porque no encuentra trabajadores", comenta uno de los responsables de Patricia, quien al igual que Ángel Mesquida, de Looky, y Pons Quintana reclaman más facilidades financieras.
"Se habla del turismo que es muy estacional, pero este sector también lo es y habría que articular medidas facilitasen el desarrollo del producto que se concentra en dos temporadas muy marcadas", explica Miquel Mesquida.

Desde Pons Quintana, Jalonty y Looky abogan también por reformas fiscales y en materia de protección social. En este sentido, se cree perjudicial la subida del IVA, se apuesta por una flexibilización en las cotizaciones a la Seguridad Social y por la lucha contra el fraude fiscal. "Nuestros costes de transformación son más altos por la insularidad y porque en otras zonas la economía sumergida alcanza el 30 por cien", lamenta un empresario.