Sant Cristòfol. Las cinco casas, sobre las que hay un proyecto de viviendas, siguen deteriorándose

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L.B. Ciutadella
La situación de insalubridad en las cinco casas abandonadas en la calle Sant Cristòfol de Ciutadella se ha agravado. Así lo denuncian los vecinos, que padecen las molestias de la suciedad acumulada, la presencia de ratas y el fuerte olor, que muchos días impide que puedan abrir las ventanas.

Se trata de cinco casas cerradas y vacías cuya situación de abandono se arrastra desde 2003. La sociedad Cala Blanca proyectó la construcción de viviendas, aunque el Ayuntamiento denegó el permiso de derribo por tratarse de edificios catalogados por el Plan Especial del Casco Antiguo. La campaña vecinal para proteger la fisionomía de este tramo del centro histórico no ha parado, en paralelo a su denuncia sobre la situación de abandono y suciedad.

El PSM exige una actuación contundente al Ayuntamiento. La concejala Maite Salord, afirma que según la Ley de Sanidad "corresponde al Consistorio el control sanitario de los edificios en esta situación". La portavoz nacionalista pide al Consistorio que "si la propiedad no responde a los requerimientos municipales y no actúa, el Ayuntamiento proceda de oficio". Hace un mes, el pasado 28 de noviembre, el Ayuntamiento remitió a la propiedad una resolución a través de la cual instaba a mantener el edificio en condiciones óptimas y de salubridad. El Consistorio solicitó que la propiedad actuara y le ofrecía 10 días para presentar alegaciones a la resolución. Según Maite Salord, la respuesta de la propiedad ha sido el silencio. En este sentido, la portavoz del PSM insta al Ayuntamiento "a no olvidar el tema y a que no lo deje pasar porque lo que puede provocar es que el edificio algún día se caiga, con el consiguiente peligro para los vecinos". Es por eso que insta a que el Consistorio emita un ultimátum a los propietarios, y en caso de que no actúen, se proceda a nivel municipal.

Por su parte, el concejal Josep Mascaró afirma que "una cosa es la insalubridad y otra la situación urbanística de estas casas". Señala que tras la denegación de la licencia de derribo, la declaración del edificio en ruinas no es un trámite sencillo. "Su situación debe ser muy grave para que se firme, con el problema añadido de que se trata de edificios protegidos". Indica que "si un técnico firma el estado de ruina, el Plan Especial estipula que no se puede derribar un edificio. Sólo puede restituirse conservando los elementos arquitectónicos protegidos, incluida la fachada".

Josep Mascaró considera que la situación de estas cinco casas "huele mal a nivel urbanístico, es como si el Ayuntamiento hiciera la vista gorda". Comenta que el expediente se abrió en 2003 y cada vez que se realiza un informe municipal transcurren meses de trámites. "Parece que el Ayuntamiento está haciendo la cama a la promotora".