La ciudad recupera así uno de sus escenarios más emblemáticos y el segundo con más aforo (620 butacas) de Menorca, solo por detrás del Principal de Maó. Cabe recordar que la infraestructura cultural se sometió en 2015 a unas obras de rehabilitación, reforma que dio paso a la firma de un convenio con una productora local. Sin embargo, entonces la colaboración no cumplió con las expectativas, por lo que los propietarios se vieron obligados a rescindir el contrato a los pocos meses.
Desde entonces, el teatro ha funcionado a medio gas, sin grandes programaciones, y la intención es ahora iniciar un camino más profesionalizado y con una agenda más amplia, apuntan Alberto Gómez y Míriam Torres desde Ukalari, empresa que tiene cerrados, por el momento y a la espera de seguir sumando, siete espectáculos hasta final de año.
La promotora se fundó antes de la pandemia y en su día tuvo que cancelar todos los eventos. Cuando la covid dio un respiro, tras comprobar la saturación de la agenda cultural estival con el desembarco en la Isla de festivales de gran formato, cambiaron de estrategia. «Fue entonces cuando decidimos enfocarnos más en programar durante todo el año, pensando en la población menorquina», aseguran.
Así fue como acabaron recalando en el Teatre de Ciutadella, un escenario que reúne las condiciones para el tipo de espectáculos con los que quieren trabajar, algunos de ellos estrenados en la Gran Vía madrileña. El convenio firmado asegura a la comunidad salesiana el derecho a utilizar las instalaciones para un número de determinado de eventos propios cada año.
Con un patio de butacas renovado en 2015 y solucionado el problema de la climatización, los nuevos gestores tienen previsto invertir en mejoras durante los próximos dos años con una inversión próxima a los 75.000 euros. En su orden de prioridades figura la rehabilitación del hall y la zona de camerinos. Más adelante, se abordarán aspectos relacionados con el equipo técnico.
Otra de las cuestiones en las que se trabaja es la de buscar un nuevo nombre para el teatro. «Estamos en negociaciones con empresas para hacer naming y encontrar patrocinadores que confíen en el proyecto y quieran mejorar la imagen corporativa», avanza Gómez. En cuanto a la programación, dicen estar abiertos a todo tipo de eventos. Pero entre las opciones más novedosas que barajan es la de llevar en su cartelera obras en inglés, tanto para colegios como turistas o residentes extranjeros. Más allá del Teatro de Ciutadella, la empresa también tiene planes de organizar eventos en el resto de la Isla.
El apunte
Una comedia «muy punky» para empezar
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