Grabar una canción y publicarla, hoy día, es relativamente sencillo; registrar un disco, eso ya es otra historia, requiere un esfuerzo mucho mayor. En un panorama en el que cada vez se escucha más música, suelta por decirlo de alguna forma, parece que lo de prestar atención a un álbum completo es una práctica que está cayendo en desuso. Y todo es fruto de la gran transformación que ha sufrido la industria musical en las últimas décadas, que se refleja de una forma especial en la duración de los trabajos discográficos. Los largos (LP) siguen reinando, pero cada vez tienen más protagonismo los EP's (cuatro o cinco canciones) y especialmente los singles (sencillos).
La tendencia global no es ajena a Menorca. Enka Alonso, por ejemplo, ha iniciado una nueva aventura musical al margen de su anterior proyecto, La nena Samsó. Acaba de publicar el single «Complejo vitamínico», y ya tiene todas las canciones de un álbum «Cangua», aunque tendrá que esperar. «Voy mucho más despacio de lo que quisiera, podría sacar un disco pero me apetece hacerlo bien y potenciar toda la parte visual, porque para mí es muy importante».
Sus planes pasan por sacar antes otros dos singles con sus correspondientes vídeos, lo que también implica un mayor esfuerzo financiero para un proyecto autoproducido como el suyo, nacido a través de un poemario propio y desarrollado en una residencia artística.Alonso tiene comprobado que todos aquellos singles que van acompañados de un trabajo de imagen están «con diferencia» más arriba en las estadísticas. «Mi plan es ir dosificando, publicando poco a poco, y grabar tres o cuatro videoclips para luego convertir todo en un viaje sonoro sobre el escenario», avanza.
Ángel Gómez, al frente del proyecto musical Malánima, sacó single, como Alonso, el 17 de noviembre: «No voy sin ti». En este caso se trata del avance su próximo EP, aun sin fecha, aunque a lo largo de su carrera también ha apostado en varias ocasiones por ir publicando canciones por el sistema de goteo. «Al final, cuantos más formatos haya, pues mejor, porque así cada uno puede hacerse oír a su manera y colgar las canciones a su ritmo», explica el músico, quien no oculta por otro lado la parte negativa, y es que el efecto novedad de los singles muchas veces se apaga rápido. Al final, reconoce, lo de decantarse por el formato más pequeño es también una cuestión de medios: «Para grabar un disco bien hecho, necesitas el espacio y el tiempo suficiente para hacerlo con calma», apunta el artista.
Wanderlust Menorca publicó «Me sale mal», su segundo single en dos meses después de «Latido», canción esta última que dará título a su próximo disco, que no saldrá a la venta hasta abril. Antes de esa fecha, compartirán con el público otras dos canciones. En su caso, apuestan por la táctica de alargar el proceso después de en que en su anterior trabajo, relata Gemma More (la voz del dúo), no publicarán ningún single. «Ahora hemos querido dar a ese formato importancia porque consideramos que genera mayor visibilidad que lanzar un álbum.Es una tendencia muy presente en la industria musical», explica. Su compañero de aventura artística, Paolo Scarpa, añade que en un caso como en el de Wanderlust, en el que se autoproducen, sacar canciones anticipadas «es como ir haciendo tu camino, una forma de crear fe en tu proyecto y también de ir viendo si las cosas funcionan. No es fácil ser independiente», resume.
La reciente hornada de singles menorquines se completó con el lanzamiento de «Royal flash», un tema en el que participa Saske junto a otros dos raperos madrileños de renombre como Ergo Pro y Ill Pekeño y la cantante canaria Alberdi. El videoclip, que fue tendencia en YouTube, es el adelanto de un EP que se publicará la próxima semana.
2 comentarios
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La de Wanderlust es una mala copia de "Grita" de Jarabe de Palo.
És a dir, aquí també mana la precarietat. Vaja societat que ens està quedant…