«Desde el primer momento fue un flechazo, tal como le contamos, y en el viaje de vuelta a Madrid decidimos que veníamos a vivir aquí, dejamos toda nuestra vida, nuestra escuela de arte en Madrid que funcionaba perfectamente. Nuestro paso por aquí fue en invierno, con tramontana, lloviendo y frío, pero nos dio igual, no sé qué tenéis aquí que la Isla nos atrapó absolutamente. Así que cerramos allí cosillas y nos vinimos a vivir a Menorca, no nos lo pensamos ni dos veces», aseguran Virginia Torrego y Jorge Fernández.
Un local en la céntrica Plaça des Padronet, en Maó, fue el lugar escogido por Torrego y Fernández para abrir una escuela de arte para estudiantes a partir de los 7 años y formada por grupos. Ella, licenciada en Restauración de Arte y Patrimonio e Historia de Arte, se ha encargado de dar las clases a los niños y jóvenes hasta los 18 años, mientras que su pareja, pintor, ha dado las clases para adultos. En 2018, ocho años después de su apertura, la escuela contaba con más de sesenta alumnos. «No solo hemos sido absolutamente admitidos en la Isla como personas, sino aplaudidos él como artista, como pintor, yo también, la escuela abrió el 2010 y siempre ha funcionado bien, los primeros años fueron los más duros, el pueblo menorquín es al principio un poco receloso, a ver si haces bien las cosas, tienes que trabajártelo y que demostrar que eres válido, lo entendemos y está bien que sea así», aseguran.
Durante todo este tiempo Creae ha ofertado de forma permanente clases muy programadas de arte, dibujo y pintura en todas sus disciplinas, escultura, cerámica y cualquier disciplina relacionada con ello dentro de todas las técnicas y estilos. También ha organizado actividades fuera del curso, además de los Encuentros con Artistas mensuales, que han permitido a los alumnos charlar y compartir momentos con artistas destacados. «La escuela ha cerrado y los talleres estaban completos, adultos, juveniles y niños. Cada mes asistían entre 70 y 80 personas. Y luego cuentas todos los veranos, Semana Santa, los cursos que hemos hecho, los casales y no te imaginas toda la gente que ha pasado por esta escuela, y luego están los fijos a los que hemos visto crecer», señalan.
La fidelidad de los alumnos queda perfectamente reflejada cuando después del confinamiento decretado por el Gobierno a raíz de la pandemia de la covid-19 todos ellos volvieron a clase. «Aquí vinieron todos con mascarilla, no falló ni uno. Hay alumnos que vinieron el primer año y han estado hasta el último momento, han sido incondicionales. Ha sido una pequeña gran familia que hemos formado en la escuela. Nos vamos muy satisfechos y también muy agradecidos», subrayan.
El apunte
«Haber pasado unos años en esta isla ha sido mágico, absolutamente un privilegio»
2 comentarios
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Este tipo de noticias sí que duelen. Siento muchísimo que cierre un centro de interés cultural, porque el gran déficit de este país llamado España es la incultura y la falta de educación; dicho así, con todas las letras.
Qué suerte hemos tenido! De verdad que un auténtico placer y también un honor haber conocido a personas tan encantadoras y artistas tan buenos y tan generosamente entregados al arte de todos los demás y para los demás. Vuestro nuevo proyecto será un éxito. Gracias por estos años en la isla