La temporada de festivales musicales más fuerte que se recuerda en la Isla llega esta noche (21 horas) a su fin. Y lo hace con la clausura en el escenario del Teatre Principal de Maó del Splendid Festival. Tras las actuaciones de Sharon Corr, Joan Manuel Serrat y Estrella Morente, hoy es el turno de Marlango, el dúo integrado por el pianista Alejandro Pelayo y la cantante (y también actriz) Leonor Watling. Una formación que arrancó con éxito a principios de este siglo y que no se ha apeado de él desde entonces. A Menorca llegan para hacer un repaso a los temas más conocidos de su discografía.
En «Si preguntas por ahí», el último single que han publicado y que da nombre a la gira en la que están embarcados, dicen que en esta canción, con letra de Ray Lóriga, enseñan «lo que queremos ser y por dónde queremos ir». ¿Por dónde quiere ir exactamente Marlango?
—Pues por donde nos lleven las canciones. Las estamos escribiendo ahora para el disco que publicaremos en 2023. Y la verdad es que, en relación a «Si preguntas por ahí», nos gusta mucho hacia adónde apunta, a qué nos lleva esta canción, que es un lugar que parece un clásico pero que es nuestro. Parece una versión contemporánea de una canción antigua.
La verdad es que es un tema con cierto sabor añejo. Marlango os sentís, entre comillas, un poco clásicos en un mundo en el que triunfa el sonido urbano.
—La verdad es que creo que hay sitio para todo. Y es lo bueno de la música, que hay espacio para diferentes estilos.
Esta gira tiene cierto aire retrospectivo. Curiosamente, vuestro primer single, allá por 2003, fue «Enjoy the ride». ¿Habéis disfrutado del viaje?
—Muchísimo. Y seguimos haciéndolo, cada concierto es un regalo, una celebración. Nos hace la misma ilusión actuar en el Teatre Principal de Maó, por ejemplo, que la primera vez que fuimos a tocar a Burgos, que es la ciudad donde ofrecimos nuestro primer concierto (risas).
Pero las miras de Marlango van más allá de España. Su música también triunfa en Latinoamérica, por ejemplo. De hecho, en breve parten para México, ¿cierto?
—Sí. La verdad es que hemos tenido muchísima suerte. Hemos viajado con nuestra música desde Japón hasta Chile, pasando por Argentina, por citar algunos países. Y a México, que es un lugar que nos encanta y al que volveremos en noviembre después de estos años tan complicados que hemos vivido.
Más allá de la evolución musical, también ha habido cambios en la relación de la industria. Partiendo de una discográfica independiente como Subterfuge hasta llegar a Altafonte y tras haber pasado por Universal. ¿Una muestra de que tenéis un campo de acción muy amplio?
—Lo que tenemos, sobre todo, son muchas ganas. Tenemos la suerte de dedicarnos a un oficio muy bonito, en el que si te gusta lo que haces, luego el resto es un tema de constancia. Tienes muchos altos y muchos bajos, pero también tenemos la suerte de tener muchos amigos en este oficio que tiene que ver más con la artesanía que con el arte, en mi opinión. Nos gusta tanto que lo seguimos haciendo. No tienen tanto que ver con que te vaya bien o que te vaya mal. Es algo que no lo puedes dejar.
Y al hilo de lo que comentaba de que cada concierto es una especie de celebración. ¿Es el escenario la parte de la que más disfruta, más que la composición o grabar en el estudio?
—No. Me gusta muchísimo el escenario, pero también el estudio. Y la composición, el hecho de juntarnos Alejandro y yo, la verdad es que me gustan todas esas fases del proceso.
¿Cómo se reparte el equilibrio en un dúo como Marlango, una aventura cuya semilla hay que buscarla en la década de los 90? ¿Hay una clave en vuestro éxito?
—Tenemos mucha suerte. En esto o sigues teniendo cosas que contarte o lo normal es que haya un momento que se pare. Por otra parte, también es verdad que los dos tenemos proyectos paralelos. Alejandro tiene discos en solitario y yo también toco con otra gente. Pero seguimos teniendo muchas cosas que contarnos, componemos juntos, trabajamos juntos... Si hay un secreto para nuestro éxito sería ese.
¿Cómo va la grabación del nuevo álbum? ¿Habrá un giro, después de años sin publicar material nuevo?
— Actualmente estamos en proceso de escribir las canciones. Y espero que se note el tiempo que ha pasado y también que nos han pasado cosas. Nos está ayudando también Guille Galván (Vetusta Morla). Como letrista, el castellano me cuesta mucho más que el inglés; es por eso que los discos en esa lengua se han espaciado más, por la letrista.
Cantante, actriz y, ocasionalmente, incluso periodista. Una vez entrevistó a Tom Waits, el ‘culpable' del nombre del grupo.
—Solo he hecho esa entrevista en mi vida, y precisamente fue por eso que me la ofrecieron; la verdad es que fue un regalazo. Y ahí salió a la luz que el nombre que decía Waits en la canción era Montelongo, pero a mí me sigue pareciendo mucho más bonito Marlango (risas). Como me dijo Tom, las equivocaciones son parte de lo bonito.
¿Qué otros referentes tiene como artista?
—Lo que te puedo decir es que actualmente escucho mucho Ella Fitgerald, Radiohead… Mucho jazz clásico, sobre todo.
Vamos al cine. ¿Preparada para desembarcar en la Seminci?
—Sí, para estrenar «No mires a los ojos», de Félix Viscarret. Es una película preciosa en la que Paco León está increíble. Esta basada en la novela «Desde la sombra», de Juan José Millás. Tengo muchas ganas de que se estrene, en ella también está Juan Diego Botto, con el que he coincidido en la comedia para televisión «No me gusta conducir», de Borja Cobeaga. La verdad es que son una suerte de compañeros, los dos están además estrenando sus películas: Juan, «En los márgenes» y Paco, «Rainbow». Estoy rodeada de gente muy, muy talentosa.
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