«El proyecto de publicación de las obras completas de Moll y Alcover se inició en 2003 y quedó interrumpido. En 2016, la Fundació Borja Moll aportó el oxígeno necesario para que las obras se publiquen de nuevo, con un ritmo de dos libros al año, uno por autor», argumentó Pilar Perea, directora de la edición. En total, se realizarán 20 volúmenes.
«Es el primer acto público de la nueva etapa de Moll, después de que, en 2015, 65 fundadores pusieran dinero y salvaran todos los activos de la editorial histórica, a punto de desaparecer a causa de una tormenta perfecta, provocada por las deudas, los cambios de hábitos de los lectores, la disrupción digital y la crisis económica», comentó Antoni Mir, director de la nueva etapa de Moll.
«La editorial tiene tres grandes objetivos: mantener vivo el catálogo, que cuenta ya con 1.200 títulos, editar novedades y seguir con las cuatro grandes series de larga duración, que habían quedado interrumpidas, entre las que se encuentran las obras completas de Moll y Alcover», señaló Mir, quien aseguró que «no se podía consentir que la editorial, con 85 años de historia de la edición catalana desde Mallorca, desapareciera como si nada, con joyas como el Diccionari català-valencià-balear, las Rondalles, recopiladas por Alcover y gran best seller mallorquín, y el Cançoner popular de Mallorca».
Por su parte, Francesc Homs, presidente de la Institució Francesc de Borja Moll, declaró que «nunca nos cansaremos los catalanes de agradecer la contribución a la lengua procedente de las Islas», y destacó «la tremenda energía de Moll, una persona comprometida, capaz de reunir dos millones de referencias que cuajaron en 156.000 palabras del diccionario».
Toda la ceremonia estuvo presidida por un busto de Francesc de Borja Moll, que será colocado en un lugar preferente de la sede del IEC. Homs puntualizó que «nos gustaría que la gente joven, que aún no conoce a Moll, preguntara sobre el personaje al ver el busto, y pudiera descubrir su grandioso trabajo».
En representación del Ajuntament de Palma, colaborador del proyecto, el regidor Llorenç Carrió asumió que «el legado de Moll está muy presente en la ciudad, donde llevó a cabo buena parte de su obra, y donde en 1991 se celebró un auténtico funeral de estado, además fue declarado hijo ilustre en 1999», y añadió, que «la lengua tiene un potencial transformador que la humanidad necesita en su día a día».
La presentación concluyó con un recital de obras del compositor mallorquín Baltasar Samper, interpretadas por la soprano Susanna Puig y el pianista Guillem Martí, e introducidos por el musicólogo Amadeu Corbera.
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