En el interior de la isla las rocas de la Menorca roja pueden presentar vistosas formas erovisas debidas a la corrosión de las sales desplazadas especialmente por los vientos de la Tramontana | Pablo Taltavull

La geología corresponde a uno de los tesoros que esconde el medio natural de Menorca. La isla cuenta con un excepcional patrimonio geológico, caracterizado especialmente por una amplia variedad de elementos geológicos que destacan por la vistosidad y espectacularidad de sus formas. El paisaje del norte de la isla (Regió de Tramuntana) es completamente diferente al del sur (Regió de Migjorn) como consecuencia de sus diferentes características geológicas.

El inicio de la historia geológica de la isla se remonta a 410 millones de años. Las rocas más antiguas de Menorca se formaron en los fondos marinos y constituyen un paisaje de colores oscuros, con una suave topografía debida a pequeñas colinas y un litoral rocoso, muy accidentado, que puede ser apreciado en las magníficas vistas que ofrece el Cap de Favàritx. Este paisaje contrasta fuertemente con el originado por las rocas de color rojo intenso que dominan, por ejemplo, el paisaje de las calas del Pilar. Unas rocas formadas a partir de grandes ríos de hace más de 250 millones de años y que configuran acantilados abruptos y un relieve que alterna pequeñas sierras rocosas densamente cubiertas por vegetación con anchos valles cultivados. Otro de los paisajes que pueden descubrirse en Menorca corresponde al originado por las rocas con coloraciones grisáceas que el visitante puede encontrar en la zona del Cap de Cavalleria y Fornells. Unas rocas formadas en un mar poco profundo de hace aproximadamente 170 millones de años y que constituyen amplias plataformas, con relieves escarpados y litorales abruptos. Finalmente, en el sur y noroeste de Menorca, se encuentran unas rocas calizas formadas hace 5-11 millones de años conocidas con el nombre de marés, caracterizadas por su color blanco y que condicionan un relieve poco accidentado y llano, con una costa lineal, únicamente interrumpida por bellas calas y playas que se forman en la desembocadura de barrancos de gran valor ecológico y paisajístico.

Para difundir y acercar los valores geológicos de la isla a visitantes y locales, el Consell Insular de Menorca está trabajando en un proyecto que tiene como principal objetivo contribuir al conocimiento de los elementos geológicos entre la sociedad, cuidando especialmente su conservación. Uno de los principales pasos de este proyecto consistió en la creación del Centro de Geología de Menorca ubicado en el pueblo de Ferreries, que durante el 2017 ha sido remodelado con el objetivo de mejorar su imagen moderna e innovadora. Durante este año, se ha creado el audiovisual MENORCA Geología de los colores y se ha empezado a trabajar en la edición de guías geológicas urbanas. Todo ello se ha enmarcado en la celebración en la isla durante el mes de junio de la XII Reunión Nacional de la Comisión de Patrimonio Geológico de la Sociedad Geológica de España, el principal foro de difusión de esta materia en España. Toda la información sobre este proyecto se puede consultar en internet: www.geologiamenorca.org.

Cala Morell

Se trata de uno de los lugares geológicos más importantes del territorio isleño. Ubicado en el norte del municipio de Ciutadella, en Cala Morell se pueden contemplar unas espectaculares rocas redondeadas que corresponden a conglomerados del Mioceno. Los sedimentos que originaron estas rocas fueron transportados por torrentes de poca longitud y gran pendiente en momentos de fuertes tormentas. Este punto de interés también destaca por permitir visualizar el contacto, interpretado como una falla, entre las dos regiones geológicas en las que se divide la isla, Tramuntana y Migjorn.