El año 2023 supuso un año récord en Balears en cuanto a número de turistas que visitaron nuestras Islas. No en vano, el flujo de visitantes aumentó más que significativamente con 17.836.630 turistas, lo que supone un 8,05% más que el año 2022. Si ponemos el foco en los turistas internacionales, éstos alcanzaron más de 14,4 millones. Con todo, el gasto turístico también fue muy positivo, dado que estos se gastaron casi 20 mil millones de euros. Así pues, el sector turístico, que históricamente ha sido el motor clave del crecimiento económico en el Archipiélago, evidenció signos de robustez durante el año 2023, atrayendo a millones de visitantes de todas partes del mundo. En este sentido, este incremento en el turismo trajo consigo beneficios económicos tangibles, como la generación de empleo y el impulso de la actividad comercial. Sin embargo, a pesar de la aparente bonanza, el impacto del turismo no fue uniforme para todos los residentes en el Archipiélago. Consecuentemente, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), publicado por el Instituto Nacional de Estadística, en el 2023 el riesgo de pobreza o exclusión se situó en un 21,2%, casi un punto menos que respecto al año anterior. Visto desde esta perspectiva, parece en el Archipiélago vamos por buen camino, dado que hay que tener presente que este porcentaje en el estado español es de 5 puntos más. Sin embargo, no hay que perder de vista que gran parte de los beneficios económicos del turismo se concentraron en ciertos sectores y empresas, dejando a muchos residentes locales marginados de sus frutos. Esta disparidad exacerbó las brechas de ingresos y contribuyó a una mayor polarización económica en la comunidad autónoma. Por tanto, las diferencias socioeconómicas continuaron siendo una preocupación importante para los residentes locales, dado que muchos ciudadanos de las Illes Balears tuvieron gran dificultad para satisfacer sus necesidades básicas. Y es que de acuerdo con el primer avance del Informe sobre el Estado de la Pobreza, impulsado por EAPN-España del año 2024, que se realiza en base a los datos del año 2023, un 46% de la población tuvo dificultades para llegar a fin de mes. De igual manera, hay que poner de relieve que según la Encuesta de Condiciones de Vida, el 36,3% de los hogares no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos el año pasado; un 18,5% no podía mantener su vivienda a una temperatura adecuada y un 12,1% de los residentes tenía retrasos en el pago de los gastos relacionados con su hogar, como la hipoteca o el alquiler, los recibos de gas, etc. Asimismo, el informe señala la desigualdad económica que se vivió en Balears. El dato más significativo que demuestra esta situación es que el 1% de la población acaparaba el 23% de la riqueza global del Archipiélago.

A todo ello, hay que sumarle la emergencia habitacional que padece Balears, que se intensificó durante el año 2023 y la inflación. Por una parte, la gentrificación y la especulación inmobiliaria contribuyeron a una escasez crónica de viviendas asequibles, lo que ha dejado a una parte importante de la población luchando por encontrar alojamiento adecuado. Los precios de alquiler y de compra de viviendas se han disparado, superando con creces los ingresos de muchos residentes, lo que ha llevado a situaciones de precariedad habitacional, desalojos y dificultades para acceder a una vivienda digna. Por otra parte, la inflación también se convirtió en otro factor de estrés económico para los residentes de Balears en el año 2023. El aumento de los precios de los alimentos, los servicios públicos y otros bienes básicos ha erosionado el poder adquisitivo de las familias, especialmente de aquellas con ingresos limitados, dado que la inflación afecta más a las personas con menos recursos económicos.

En definitiva, que lleguen más turistas a Balears y que se gasten mucho más dinero, no significa que la vida de los residentes sea mejor. Algo no funciona.l