Con la máxima ambición por hacer las cosas bien y con todo el respeto del mundo por una liga que vuelve a recuperar enteros, las chicas del Avarca de Menorca comenzaron a sudar ayer. En la imagen, posando para «Es Diari» minutos antes de arrancar | Karlos Hurtado
Con el convencimiento de tener en sus manos a un equipo muy motivado, muy conocedor de la Superliga femenina y conscientes de la competititividad de la próxima liga 2014-15 echó a rodar ayer por la tarde un ilusionante nuevo proyecto en el CV Ciutadella: el del Avarca de Menorca que dirigirá por tercer año seguido Bep Llorens. Una plantilla que ha perdido jugadoras de peso del pasado curso como su jugadora franquicia Rese McNatt pero que se ha refozado con españolas consagradas en la competición. Unidas a gente de peso ya como Irene Cano, Danira Costa, Ester Marquès o Raquel Brun y a las demás jugadoras salientes del club y de las que el técnico ciutadelenc todavía espera más este año. Un Llorens que justo antes de su primer entrenamiento aseguraba a «Es Diari» estar satisfecho de que las propias jugadoras «sean conscientes y admitan que deberán trabajar mucho si queremos logran un buen curso porque el nivel ha subido. Somos un equipo nacional del todo y tienen muy claro hacia donde vamos y lo que quieren», dijo Llorens, que definió al Avarca como un equipo «de bloque, un equipo, en el que cualquiera debe sentirse importante y con la presión de que necesitaremos del buen rendimiento de todas. No hay papeles secundarios y deberán estar muy bien todas», avisa. Llorens, que con el nuevo sistema de competición más largo se ha visto obligado de nuevo a apretar el cinturón a la hora de fabricar el grupo, exclama tener «el equipo que quería; estoy contento».
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