Sita Pons. La veterana jugadora del Valeriano, que ayer actuó como líbero debido a la lesión de Eli Gener, se lamenta en el suelo tras una nueva acción ofensiva del conjunto riojano | Paco Sturla

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La de ayer no es la liga del Valeriano. Para doblegar al líder, Murillo, necesitas un partido perfecto, y que el oponente tenga una mala tarde. Tras el billete para la Copa, soñar era gratis, pero la realidad hizo despertar a un Valeriano inferior que fue atropellado por las riojanas en apenas 68 minutos de juego pese a que puso todo lo que pudo en la cancha contando con la comprensión de sus seguidores. El futuro campeón con las ex, Esther López y Yoraxi Meleán, ovacionadas en su nuevo regreso, no dio ninguna opción a las de Ciutadella, que además acusaron la ausencia de Eli Gener.

El inicio del Murillo ya fue demoledor. Zarpazo de Yoraxi en el primer punto que mostró el poderío de su equipo. 0-3 calamitoso que obligó a Llorens a parar el encuentro. El esfuerzo en defensa no era suficiente por la falta de "punch" en el remate (2-6). Las sensaciones eran de abrumadora superioridad del líder. El 4-11 hacía prever un set desfavorable casi humillante. Pero salió Brun al rescate para acortar distancias (10-15). El Murillo se cebaba en la endeblez receptora de McNatt y en la poca fiabilidad en el bloqueo del Valeriano. Los ánimos del público no bastaban ante el vendaval de Melean, López y compañía. Obtener un punto era algo casi milagroso y así el primer parcial se cerraba con un rotundo 16-25. Era preciso mejorar y dejar el miedo de enfrentarse al todopoderoso contrincante.

Y así fue al comienzo del segundo set. El Valeriano quiso protagonismo y mostró que también sabe jugar. Entro Do Monte y el Valeriano tuteo del Murillo gracias a una de sus mejores armas, el bloqueo. Costa fenomenal (5-3). Pero reaccionó el Murillo gracias al servicio de Daniela da Silva y ya llegó al tiempo técnico dos arriba (6-8) para no volver a ceder (7-11). La buena construcción se veía menguada por el gran bloqueo del Murillo. La recepción hacía aguas (la ausencia de Gener se notó muchísimo), Maldonado gozó de sus primeros minutos, y bien que los aprovecho. Con 11-22 se sacó tres puntos de la manga para recibir la ovación del Pavelló,(14-22) pero ahí se acabó la magia (14-25).

La épica era una quimera, pero para dar ánimos la música ambiental recreaba canciones como la de "Gladiator". De nuevo por debajo, al menos el Valeriano ofreció el mejor punto del partido con remate final de McNatt. Pero los servicios increíbles de Daniela, con potencia, eran incontestables para Sita Pons y compañeras. Por si fuera poco, lío entre los técnicos sin que los árbitros se enteraran, minutos sin juego y el público incrédulo. Además Llorens fue expulsado por protestar (tenía toda la razón. El partido ya estaba sentenciado y tras dos puntos de rabia locales, el Murillo puso el cierre.