Las estadísticas del Aguere tinerfeño, rival del Valeriano Allés este sábado en la decimocuarta jornada de la Superliga, son realmente malas. Es el colista destacado, sin ninguna victoria en su haber y sin ningún punto. A pesar de ello, no se puede decir que esta situación fuera una sorpresa para el club canario. Quizá no se la esperaban en la isla canaria con tanta dureza, pero la mala situación económica de la institución abocó al equipo dirigido por Ambrosio González a subsistir con la cantera propia y de equipos de la zona.
Eso significaba jugar con un equipo prácticamente inexperto y muy joven. González -décima temporada en el club y en funciones de técnico y presidente- reconocía que incluso el objetivo de la permanencia era complicado. Y los resultados le están dando la razón. Pero ahora hay un cambio sustancial. Cinco fichajes. Algunos en el límite, otros esperando el transfer para jugar... Y muchas preguntas entre los rivales. Si no podían fichar hace unos meses ¿cómo lo consiguen ahora?. ¿No desvirtúa la competición?. ¿Hay algún otro motivo además del puramente deportivo?.
Han llegado al club tinerfeño la receptora Diana Sánchez -vieja conocida en Ciutadella-, las ucranianas Natalia Kvasnitya (receptora) e Iryna Brezgun (opuesta) y la brasileña Giovana Bete (colocadora). Junto a ellas, la líbero Nira Pérez, que ya estaba en el club, ya puede jugar. En total, cinco nuevas incorporaciones. Casi un equipo nuevo con un reto ante sí: salvarse como sea en lo que queda de segunda vuelta.
La mayoría de estas jugadoras o estaban inactivas o no tenían equipo. El club acordaba su fichaje y las inscribió en la Federación Española antes de la fecha límite, el 31 de enero. Las que ya habían jugado en Superliga podían jugar en la siguiente jornada, pero las foráneas necesitaban un transfer internacional, un documento que tarda algo más en llegar... y que cuesta un dinero. No se cometía ninguna ilegalidad, pero no está de más preguntarse si hacer tantos fichajes con la competición a medias no desvirtúa un tanto la competición. Sobretodo a nivel de seguimiento de los rivales: Bep Llorens habla de "mala suerte".
Más allá del legítimo interés del Aguere en competir y conseguir la permanencia en la Superliga se encuentra el hecho de poder cobrar las subvenciones públicas acordadas tanto por el Cabildo de Tenerife como del Ayuntamiento de La Laguna, además de diversos patrocinadores de la zona. Pero para ello se han de cumplir dos condiciones: por un lado, seguir en la Superliga. Por el otro, e impuesto por los organismos públicos de esa isla, que tanto el CV Aguere como el otro equipo de volei de la zona, el CV Santa Cruz de Tenerife, se fusionen. Un Tenerife, por cierto, que también lucha por no descender y que tiene los mismos problemas que el próximo rival del Valeriano al ser vicecolista, al ganar al Aguere por 0-3.
Esta operación ya se hizo con los equipos de baloncesto, y obedece a una única razón: los organismos públicos solamente abonarán las subvenciones a un solo club de cada deporte. Y a pesar de ello, tampoco garantizan, al menos a corto plazo, que se realicen los pagos, por mor de la crisis.
Pero el Aguere lo va a intentar. Con cinco caras nuevas sobre la pista, buscará salvarse como paso previo a su fusión con el Tenerife y para cobrar las subvenciones y subsistir.
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