"Un camino de mil pasos comienza con un solo paso", dice Lao-Tsé, filosofo chino. Y bien que lo saben las jugadoras del Valeriano Allés que ayer arrancaron la senda que debe llevarles a reeditar el título de campeonas de la Superliga con una primera zancada firme, segura y exhibiendo potencial. Ganó el CV Ciutadella a un UCAM Murcia que fue de más a menos, que prácticamente rindió pleitesía tras caer en el ajustadísimo primer set y que, para hoy, debe minar su fortaleza mental para que no pase lo de ayer. Y si pasa, mejor para el Valeriano Allés, que recuperó el gran juego de otros tiempos para levantar el primer parcial cuando lo tenía perdido (21-24), y despejar fantasmas con una labor colectiva sensacional.
El primer set fue un genial intercambio de golpes, como si en lugar de un campo y una red hubiera un ring. El Murcia tomó ligeramente la iniciativa pero a cada 'jab' que le soltaba el Valeriano Allés apretaba los dientes y respondía con la misma eficiencia. Los dos equipos se respetaban, se temían y disputaban cada balón hasta el extremo. En los banquillos, Chema Rodríguez salvaguardaba más las apariencias mientras que Pascual Saurín casi parecía una más de sus jugadoras al celebrar cada punto.
No se estiró en demasía el marcador en este primer parcial. La tónica del duelo se mantenía entre uno y dos puntos de diferencia. El primer tiempo técnico cayó del lado visitante (7-8). Esa ventaja se mantuvo hasta el 12-14 cuando las bermellonas sacaron su calidad para lograr un 3-0 (15-14) con una brillante Helia por el cuatro, ayudada en la red por Kralikova. Se recuperaron las murcianas para irse al segundo descanso con ventaja (15-16).
Nuevo intercambio de golpes y Saurín que detuvo el partido. Le imitó Chema, pero la ventaja era para las visitantes que punto a punto estiraban el set, entre tiempos muertos, 25-25, 26-26, 27-27 y así hasta el 30-29 cuando las locales, tras levantar siete puntos de set, buscaron la recepción de Diana. Le pudo la ansiedad, no estuvo cómoda y el posterior remate visitante se marchó. Alivio, alegría y el primer set a la saca (31-29).
Al Valeriano Allés no le interesaba un partido tan largo y desde el arranque del segundo acto buscó castigar la recepción del Murcia. Llevaron la voz las bermellonas (6-3) para adjudicarse el primer tiempo técnico (8-4). El Valeriano Allés había recuperado su instinto de campeón y el Murcia se encalló en los cuatro tantos. Buscó alternativas Saurín parando el partido (11-5) pero cuando lograban trenzar una jugada cómoda aparecía la inmensa figura de Kralikova para decir "por aquí, no" y sellar la red.
Las buenas sensaciones propiciaron que la lógica se impusiera y el segundo tiempo técnico también fue bermellón (16-8). El UCAM entró en un bache y no estaba bien en recepción, ni en el saque ni en la red, y las locales estiraban la diferencia con zarpazos de una Janine Sandell fantástica (18-10). La desventaja en el fondo de armario casi obligaba a cerrar el set lo más rápido posible para no desgastarse. Helia calmó un conato de reacción visitante (20-13) y Saurín llamó al banco a sus muchachas, pidiendo explicaciones y que se centraran en mejorar alguno de los aspectos.
En el tramo final, un 0-4 (23-19) apaciguó a un pabellón que animaba en cada acción. Lo notó Chema y solicitó pausó el duelo. Un error en el saque de la visitante Barrio dejó el segundo tanteo en bandeja (24-19) y un bloqueo local sentenció el 2-0 (25-19).
El epílogo copió el argumento del primer set. La ventaja la tomó inicialmente el UCAM Murcia aunque sin llegar a escaparse más allá del punto de diferencia. No fue hasta el 6-6 cuando las locales lograron igualar, aunque las verdinegras se marcharon a la primera parada por delante 7-8.
Las bermellonas retomaron la buena sinfonía de la pieza que ayer estaban tocando y tras un parcial de 4-1 obligaron a Saurín, mucho menos gesticuloso que en el primer set, a pedir tiempo muerto mientras decía que no con la cabeza. No sirvió. El Valeriano Allés no bajó el pie del acelerador con una gran labor de Sabrina Duarte, obligada a ser protagonista tras la fuga de Liz Hintemann. La brasileña, en su segunda o su tercera juventud, estuvo a la altura.
Un remate dócil de Conrado en la red con todo a favor que levantó perfectamente Yoraxi sirvió para el 16-13 tras el posterior contraataque, un breve descanso y para que la murciana recibiera un severo correctivo de su técnico que le recriminó el fallo. Siete puntos consecutivos con Kralikova en el saque y con una serie de ataques mal seleccionados del Murcia decidió el partido (21-14).
El UCAM bajó los brazos, el público bermellón los levantó y, tras un intercambio de puntos que prolongó un poco más el duelo, el Valeriano Allés dio el primer paso hacia la ansiada final (25-17). Esta tarde, a partir de las 18 horas, toca dar el segundo. ¿El destino? El título de Superliga.
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