Imagen de la veterana nadadora de Ciutadella, Tita Llorens.

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«Quiero escoger muy bien y a conciencia los retos que hago a partir de ahora en las aguas abiertas porque veo que me quedan ya pocos años de desafíos de estas características». Son palabras ayer de la veterana nadadora Tita Llorens (Ciutadella, 1968) a «Es Diari», después de anunciar que próximamente participará en A Coruña en la XI Travesía Illa de Creba de seis kilómetros– en la ría de Muros e Noia– y luego parará para planificar en calma sus próximos retos sin traje de neopreno. Padrina de la prueba desde el 2023, Llorens acudirá a esta cita de aguas frescas para coger algo de chispa, antes de realizar un medio parón de entrenamiento.

Punto de inflexión

Reconoce en este diario la nadadora menorquina que «me veo bien, tengo temporadas. En las dos últimas travesías, muy juntas y diferentes por sus aguas, lo vi; la de Brasil se me hizo más larga de lo previsto», dice Llorens, reconociendo que ahora, «noto que me cuesta más recuperarme. Sin embargo, disfruto mucho entrenando, me encanta; y mientras tenga esta ilusión tengo ganas de ir haciendo travesías».

Tita Llorens, que recientemente ha cumplido 56 años, abunda en querer «elegir bien mis retos, siendo más selectiva. Me gustaría hacer retos que me llamen la atención, difíciles y que poca gente haga y no es fácil, más con mis limitaciones de trabajo y económicas», detalla la ciutadellenca.

«Desafíos hay muchos pero todo es muy caro y condiciona pero me siento bien físicamente y puedo hacerlo, apoyado por mi familia. Más que mi cuerpo es poderlo hacer por estos temas», reflexiona, llegando a la década con su técnico. La insular, a punto de parar el ritmo de entrenamientos un tiempo, habla de las ganas que tiene de entrenar; «poca gente tiene mi ilusión creo, soy como una niña pequeña esperando los entrenamientos de la semana», dice entre risas. «No creo que haga una travesía de 100 kilómetros pero tampoco quiero retos pequeños. No las haré de 10-15 kilómetros no», exclama, entre risas.