Cara de satisfacción del nadador menorquín, tras una de las pruebas realizadas estos meses pasados en los Estados Unidos. | A.B.F.

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«Opté por aceptar la oferta de la Universidad de Michigan porque me ofrece el equilibrio perfecto que buscaba, con un alto nivel de natación y académico. Esto fue algo realmente importante para mí a la hora de sopesar las diferentes universidades que me ofrecieron plaza en sus equipos, como Ohio State, California Berkeley e Indiana, entre otras». Primeras palabras del nadador de Ciutadella residente en los Estados Unidos, Joshua Brown (2003), tras confirmar a «Es Diari» su cambio de universidad, como una de las firmes promesas de la natación estadounidense y española.

Las intenciones del ciutadellenc en Michigan son «tener la preparación justa para mejorar y prolongar mi carrera de natación, así como obtener un título universitario significativo en economía internacional y finanzas en los dos años que me quedan de carrera universitaria. También me quedan dos años más de elegibilidad en la NCAA y aspiro a alcanzar algunas metas en Michigan que no pude lograr en mis dos años en la Universidad de Notre Dame», detalla Brown. A nivel personal, el nadador insular querría establecer nuevas marcas personales, «estar entre los cinco primeros de la NCAA, así como competir en el Mundial de Seúl (Corea del Sur), a finales de octubre», después de un curso 2023-24 en el equipo de alto rendimiento de Sandpipers, en Las Vegas (Nevada) bajo la dirección de Ron Aitken, «donde he crecido y comprendido mi formación mejor que la mayoría y lo he demostrado en el agua», asevera Brown, en este grupo pequeño de diez atletas, entre ellos, dos olímpicos y dos internaciones, todos muy jóvenes y compenetrados. «Mis tiempos han bajado significativamente en la piscina», abunda, ya que en los Mundiales de Alemania y Grecia, «mejoré mis marcas en todos los eventos en los que participé. Ademas, todavía queda mucho por venir, con las pruebas de clasificación olímpicas de los EEUU que se realizarán la próxima semana en Indianápolis», avisa Brown, que nadará los 400 (51º con un tiempo de 3:54.88 LCM), los 800 (14º con 8:00.17) y los 1500 (20º con 15:24.04) libres.

«Hacerme con una de los dos codiciadas plazas olímpicas sería mi sueño aunque siendo realistas, quizás esté a unas brazadas por delante de mí todavía», expresa este joven nadador menorquín, desde Estados Unidos.

Durante el campeonato nacional de los EEUU, Joshua Brown reafirmó su puesto en el equipo nacional, «y no veo la hora de seguir representando a USA a nivel internacional todo este 2024. A mis objetivos en piscina, se suman muchos retos internacionales en aguas abiertas, entre ellos, el próximo Mundial en Hong Kong, a finales de octubre», avanza, sin ocultar que, más a largo plazo, «mi mayor sueño sería ir a los Juegos Olímpicos de 2028, en Los Ángeles, ya sea bajo la bandera de los EEUU, o por qué no, la de España», exclama, avistando, para ello, «muchas horas de trabajo y sacrificio que tendré que poner para alcanzar tan alta meta, dado el nivel que hay hoy por hoy en este deporte». Por ello, sabe el insular que estos dos años en Michigan, «pasarán rápido por lo que voy a aprovecharlos al máximo. Después me gustaría unirme a un equipo profesional de natación, ya sea, uno de los equipos de aguas abiertas en Italia o Alemania, o incluso volver a los Sandpipers».

Entre piscina y aguas abiertas

En lo que respeta a las aguas abiertas, Brown está «muy contento con lo conseguido tras su baja médica de marzo a mayo del 2023». Con el Club Natació Barcelona logró el oro en el Campeonato de España en Sevilla y él fue sexto en el 10k y cuarto en el 5k. En el Mundial de Portugal fue tercero, a menos de dos centésimas de segundo del segundo estadounidense. Y en el Mundial de Doha– donde se luchaba por las dos plazas olímpicas–, Brown no pudo lograrlas, «a pesar de llegar como primer estadounidenses, ya que solo los dos primeros clasificados en Portugal tenían la opción de hacerlo si llegaban entre los trece primeros en Doha», relata Brown, hijo de la ciutadellenca, Andrea Bravo. «He aprendido mucho durante esas travesías, de condiciones siempre extremas. Nunca sabes lo que la madre naturaleza te va a ofrecer ese día, con unos nadadores de un nivel muy elevado, donde hay que mantenerse en el grupo de cabeza y después de casi dos horas de nado encontrar esa reserva de adrenalina para un sprint en el último kilómetro», analiza.

Brown, originario de Winter Park (Florida)– en las afueras de Orlando–, ha vivido una progresión enorme con la llamada ‘camiseta roja olímpica’, dirigido por el técnico, Ron Aitken. El británico Matt Bowe y el fondista Aaron Bell– su entrenador un mes en Notre Dame–, son los entrenadores que acaban de tomar las riendas del equipo de la Universidad de Michigan y ya han reclutado a grandes promesas de la natación, tanto a nivel nacional como internacional, con la intención de llevar al equipo a estar entre los primeros de la NCAA.

Con su progresión, Brown habría llegado a la línea de corte de la NCAA en el estilo libre de 1650 esta temporada, ya que la misma cayó en 14:54.92. La línea de corte sólo ha superado la marca de los 15 minutos una vez en las últimas cinco temporadas.

El apunte

«A Tita le debo iniciarme en las aguas abiertas»

«La mayor diferencia con Notre Dame es que confío que en Michigan recibiré un
entrenamiento más individualizado y centrado en las pruebas de distancia que nado, con un programa de entrenamiento que me favorezca, con más kilometraje e intensidad, que es más como me gusta entrenar», espera Brown. Además se han comprometido a apoyarle para que gane más experiencia a nivel internacional y en las aguas abiertas donde su pasión, «algo que le debo a Tita Llorens por despertar ese interés en mí y sugerirme que me apuntase a mi primera travesía en Menorca», revela.