Vídeo del Menorca Rugby sobre el mal estado de las instalaciones | Menorca Rugby

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El Menorca Rugby está harto. El club mahonés, único de la Isla dedicado a este deporte de origen británico, denuncia y protesta ante una serie de deficiencias en la pista de atletismo del Polideportivo Municipal de Maó, su campo de juego, que además de hacer prácticamente imposible el buen desarrollo de sus entrenamientos y partidos, entraña un «serio riesgo para la salud de los chicos», asegura incluso la madre de uno de los jugadores del club, Izaskun Uriarte.

«Socavones en los aledaños de la pista, pésima iluminación, baches en abundancia, un avispero en uno de los dos contenedores de reciclaje, piedras, aspersores en medio del campo, suciedad generada por el orín de animales silvestres junto a la pista de atletismo que rodea el campo, el césped totalmente descuidado, de hecho casi quemado, y repleto de piedras y agujeros, entre otras deficiencias…», la relación de mermas de la instalación, y «que carece de jardinero», es ingente, lo que asimismo incrementa de modo exponencial el riesgo de lesión (no en vano, durante esta temporada el Menorca Rugby ha sufrido una plaga de bajas prolongadas en su primer equipo, producto de lesiones provocadas «por el mal estado de la hierba»).

Este sábado, a modo de protesta, y ante el constante «ninguneo e indiferencia» sufrido por parte de las instituciones, «tanto el Consell, como sobre todo el Ayuntamiento de Maó», que no atienden «a ninguna de nuestras peticiones de estos últimos años», deslizan desde el Menorca Rugby, numerosos canteranos y padres de jugadores del club colocaron pancartas en el propio campo de juego con escritos en los que se reclama una intervención inmediata en la instalación, con la finalidad de «poder jugar con seguridad».

También grabaron un vídeo, en el que durante varias veces, al unísono, los chicos proclaman; «quiero jugar seguro»; y un segundo vídeo, en el que Fonso Alibés, entrenador del equipo y uno de los grandes impulsores del proyecto (además de padre), explica que «bastaría con cambiar o arreglar el sistema de riego», lamenta «los años que llevamos sin que nos escuchen», en alusión al tejido institucional insular, insiste en «la situación de peligro que supone jugar aquí» y expone el desagravio que sienten «los padres de los niños que juegan a rugby, en comparación a los que juegan a fútbol o a básquet, en que sus lesiones son fortuitas, no por el mal estado del campo».

Desde el Menorca Rugby, que han acudido «infinidad de veces a tratar de hablar del asunto con las instituciones», subrayan, hasta se han ofrecido a «asumir el mantenimiento de la pista de atletismo», pero «tampoco esa propuesta les agrada», deploran desde el club, además de insistir en que no pararán hasta que sus demandas sean atendidas. El Menorca Rugby está harto.