En nuestra latitud, todo eso y mucho más lo representa el Menorca Rugby, una entidad alojada en Maó, con más de dos decenios de recorrido, que resiste y persiste pese a las dificultades que subyacen en el contexto insular, cuya tendencia no declina en exceso hacia una praxis que por contra en destinos como Gran Bretaña, Francia, Argentina u Oceanía es casi una religión.
Conseguir que el grado de pasión a nivel local se aproxime mínimamente al que destilan los referidos enclaves se antoja una empresa ardua, quizá utópica. Pero seguir apuntalando la labor que se ha desarrollado en los últimos cuatro lustros y pico sí que es una meta viable, al alcance de las posibilidades que ofrece Menorca, para una entidad única en su especie en un radio de varios kilómetros de tierra y mar.
Su realidad deportiva, estructural y económica, sus objetivos y ambiciones a corto y medio plazo, su margen de crecimiento… todo eso y más abordamos en diversos puntos junto con su presidente, el ibicenco Toni Marí Torres, un dirigente de vocación tardía (se lanzó al rugby hace un cuarto de siglo, superados los veinte años) pero cuyo compromiso e implicación para con el proyecto son absolutamente insobornables.
Nicolás Martínez
El técnico argentino Nicolás Martínez, que con anterioridad a radicarse en la Isla dirigió al Gernika RT de División de Honor, es un pilar fundamental en la estructura del Menorca Rugby, según detalla Toni Marí. «Estuvo cerca de ser internacional con Argentina; ha jugado en Primera, ha entrenado a equipos vascos, es un hombre que vive el rugby a tope; nos hace sentir como un club de barrio al que ha venido un Messi o un Xavi, y no está aquí por dinero, es un lujo contar con él».
Extranjeros
La presencia de materia extranjera es una constante en muchos clubes de rugby alojados en España. Argentinos, ingleses y franceses principalmente son los grandes exportadores del deporte de evasión y contacto por excelencia. El Menorca Rugby no es una excepción. «Hemos contado con ingleses que nos han ayudado, algún ‘lion' incluso –lo que en baloncesto vendría a ser un ‘all star' NBA–, siempre ha habido gente que estaba allí, con cuatro palabras suyas, cambiaba todo», explica el presidente del Menorca Rugby.
A corto plazo
La perspectiva de trabajo y proyectos del Menorca Rugby es siempre a corto-medio recorrido. La realidad del club no permite trazar objetivos a cierta distancia, según desmenuza su máximo mandatario. «No podemos mirar a largo plazo, estamos todo el día tapando agujeros, viviendo al día; lo que nosotros queremos es que en la Isla haya rugby, es lo que intentamos, que haya un equipo senior y luego equipos de formación. Y el senior es fundamental, es un espejo para los más pequeños, y en ese sentido dependemos también de la colonia inglesa, francesa o argentina que haya en Menorca en el momento», repasa Marí con detalle, al tiempo que recuerda que los equipos mallorquines con los que se comparte cartel en la Liga Balear, están integrados en gran parte «por ingleses».
Hacer club
Toni Marí y el resto de la organización del Menorca Rugby tienen claro que «para hacer club» la escuela «es básica». «Es muy difícil tener equipos en todas las edades y el problema es que en Menorca no tenemos liga, hay que ir a Palma a jugar; hubo un tiempo en que aquí había un equipo en Es Migjorn, otro en Ciutadella… pero no duró, y claro, aquí no hay rivales, solo en Mallorca». «Por otra parte, trabajando la cantera, además de formar jugadores, creas compromiso, la gente se implica y a largo plazo se hace del equipo, lo siente», añade Marí, que en ese orden desea evocar la figura de «Guillermo Bibiloni, un hombre clave en la historia del club, que estuvo al principio, luego formó el Tramontana, que posteriormente se integró en el Menorca Rugby».
Bayona
La migración prevista para dentro de un par de meses a la localidad vascofrancesa de Bayona, cuna del Aviron Bayonnais, y expresamente programada para instituir una interacción con esta histórica entidad del rugby galo, será uno de los acontecimientos de la temporada para el Menorca Rugby. La génesis de esta relación, de lo más anecdótica, también sustancia lo que es la gente de este microcosmos deportivo. «Coincidí con un abogado francés, vio que llevaba un jersey de su club, me preguntó y tal. Resulta que cada verano viene a Menorca, nos encontramos y desde ese entonces tenemos contacto… es que la gente del rugby somos así, es algo especial», relata el mandatario ibicenco del MR.
Desplazamiento
El viaje, que se ha previsto para la conclusión de la presente temporada 2023, se destinará principalmente a los equipos de formación del MR. Pero también a nivel estructural resultará un aprendizaje. «Ya hicimos un pequeño desplazamiento a Bayona, un club importante; y la idea cuando volvamos es visitar sus buenas instalaciones, ver como funcionan, disfrutar de un partido de primer nivel… en suma, queremos establecer una relación fluida con un lugar que tiene rugby», observa Marí.
Instalaciones
El campo de juego, el ‘hogar deportivo', se entiende un factor capital para cualquier entidad. El Menorca Rugby no es excepción. Al respecto, a la directiva del club le preocupa que el margen de crecimiento lo aborte la ausencia de unas instalaciones que ofrezcan un servicio de ‘mínimos'. «A ver si a largo plazo se produce una inversión para el rugby, un campo con césped artificial. Existe un proyecto para mejorar la pista de atletismo… y el ‘feedback' con las instituciones es positivo, perciben la situación en que nos encontramos, aunque la realidad es que no hay plazos», barrunta el dirigente.
Volumen humano
El Menorca Rugby, a nivel de categorías de formación, disfrutó en la temporada anterior de su cifra récord, «fuimos 106 fichas en total», precisa Toni Marí, lo que permitió tener presencia en la liga sub 14, sub 16 y senior. «Vamos a Palma a jugar, los Rugby Days, también se hace alguno aquí, y lo cierto es que cumplimos con todos nuestros compromisos, no se suspendió ningún partido por nuestra culpa». Para esta temporada, la cifra de jugadores decrece, pero no de un modo alarmante y la campaña 2023 concluirá con cerca de un centenar de jugadores.
Convenios
La captación de nuevo talento afuera de sus confines es otro de los objetivos del Menorca Rugby, aunque la ausencia de suficientes recursos complica el mismo. «Miramos hace algún tiempo de suscribir algún convenio, con La Salle, pero eso exige ofrecer una serie de personas que puedan ir al colegio a enseñar, y nosotros ahora no tenemos esa disponibilidad de gente», desvela el mandatario.
Formación
Como último apartado, significar otra de las prioridades del MR a modo de instrumento para fortalecer las bases de la entidad. La formación de entrenadores. «Queremos formar chicos para tener entrenadores de base», indica Marí, un propósito que tiene en la cuestión geográfica su principal hándicap, puesto que «toda esa formación se lleva a cabo en Mallorca y además en septiembre, y muchos jóvenes en esa época del año tienen trabajo… pero es otro de nuestros caballos de batalla, formar entrenadores, gente con buena metodología que eviten que los niños se puedan desencantar», termina Toni Marí Torres, presidente del Menorca Rugby. Una forma de vida.
El apunte
La cantera del MR brilla en el Rugby Day de Pollença
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