La segunda trobada de la Associació històrica del Futbol Menorquí celebrada ayer en Ciutadella fue todo un éxito, un sincero homenaje a este deporte. Más de 140 personas se citaron en un conocido restaurante de la ciudad que permitió un reencuentro nostálgico entre gentes del fútbol de ayer que mostraron su camaradería, observaron imágenes del recuerdo y recogieron las distinciones preparadas por la Associació.
La excelente organización hizo muy cómodo el acto en el que la emoción subió en dos momentos concretos y libero lágrimas a más de uno. Paco Perea, impulsor de la Associació y del evento lo abrió saludando al conseller d'Esports, Juanjo Pons y a la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés
El presidente, Bernat Pons Casals, explicó asistentes que "todo lo debemos a una pasión que son los 100 años de fútbol menorquín y a una persona que ha hecho posible este proyecto: Paco Perea". Pedro Pons, representante de la Junta de Menorca, animó a seguir con el gran trabajo comenzado para dar paso a los reconocimientos a los clubes que ayer eran objeto de homenaje. En primer lugar, el CD Menorca de la temporada 61/62. Tras el presidente Ángel Río, los ilustres Pito Pérez y Francisco Pons "Paco" recogieron los diplomas.
Después fue el turno del Atlètic de la temporada 86/87, campeón juvenil de Balears. Bep Oleo y su antecesor en aquella temporada, Damià Bosch, recogieron el diploma. Les siguió el técnico, Jesús Carretero, y los jugadores asistentes de aquel equipo. El siguiente equipo homenajeado fue el Sami 1986-87 el que recibió su diploma como campeón de Baleares de una categoría ya desaparecida, la sub-23. Su representante fue Francesc Cavaller y el entrenador de entonces, Francisco Mesquida "Curro".
Finalmente le tocó el turno al Sporting Mahonés, también de la temporada 86/87. Campeón de Tercera División de aquel año, con el consiguiente ascenso a 2ªB. Su presidente actual, Fernando Osuna, y la viuda de Gaspar Melsión, presidente de entonces, recibieron los diplomas y los aplausos correspondientes.
El entrenador de aquel equipo, Epi Medina, posiblemente el mejor que haya visto el fútbol menorquín, dio paso a los jugadores entre los que sobresalió Vicente Engonga. Rostros de admiración de varios de los asistentes ante un jugador que creó época y que posteriormente sería internacional español.
Antes de la comida, llegaron los momentos más emotivos con el reconocimiento a dos personas queridas y admiradas. Primero, Joan Mascaró. primer presidente de la AHFM. Paco Perea tuvo que hacer un par de pausas debido a la emoción que le embargada mientras describía las cualidades del que fuera presidente del Ferreries, un enamorado del futbol, que no dudó en ponerse al frente del proyecto en cuanto se le propuso. Las hijas de Joan Mascaró recibieron con emoción y gratitud el detalle de la Associació.
El último en recibir su porción de gloria fue Nito Bagur. El mejor jugador menorquín de la historia, memoria viva aún de este deporte, escuchó con atención los elogios a su trayectoria deportiva que le llevo a ganar una Copa de Europa con el Real Madrid, a ser convocado con la selección nacional y a compartir vestuario con todo un mito como Alfredo Di Estéfano.
Tras el aplauso más que merecido, Perea, emplazó a todos a seguir trabajando en este proyecto que el día de mañana servirá para recordar y tener constancia de todos los que han hecho posible que este deporte sea hoy por hoy un referente para la sociedad.
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