Entreno. Triay, que vive en Menorca, y Mas, que reside en Palma, entrenan dos fines de semana al mes - jordi triay

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Jordi Triay ha vuelto a la clase Snipe por la puerta grande. Tras un periodo de más de tres años probando suerte en la clase olímpica 470, el marzo de 2012 regresó a la modalidad que le encumbró en su etapa juvenil y que le llevó a lo más alto a nivel balear y nacional, así como al Mundial. Ahora, en lo más alto del ránking nacional tras su victoria en el Campeonato de España y su tercera plaza en la Copa de España, se le abre la puerta más ambiciosa de su carrera, la del Mundial absoluto que se celebrará el mes de septiembre en Brasil.

"Ha sido muy duro, estoy muy cansado, pero ha valido la pena, estoy muy contento", asegura el joven protagonista que ahora asume "un reto más difícil que cualquier competición, buscar patrocinadores" para llegar a cubrir o cuanto menos reducir los costes de los aproximadamente 5.000 euros que le costará la aventura a él y a su compañero mallorquín Lluís Mas.

El reto emociona a un Triay que ya conoce el campo de regatas que se encontrará en Brasil. "Lo recuerdo muy complicado por el viento, el mar, las corrientes y por los bancos de algas que hay y que te pueden hacer frenar de golpe en mitad de la regata", comenta el alaiorense, que se marca como objetivo "mejorar el undécimo puesto que logró en el Mundial juvenil y quedar entre los diez primeros".

Triay dejó la clase Snipe en 2009 para probar fortuna en la clase olímpica 470. "Estuve tres años entrenando cada día y vi lo complicado que era no solamente por la calidad de los rivales sino a nivel económico ya que si no acudes a todas las pruebas que se disputan a lo largo del año por todo el mundo no sirve de nada", cuenta y "antes de quemarme, opté por dejarlo y volver al Snipe por la sencilla razón de volver a disfrutar navegando".

No le fue mal el cambio porque en octubre se alzó con la victoria en el campeonato de España. En este se vio perjudicado por algunas decisiones arbitrales que le obligaron junto a Mas a cumplir penalizaciones que le costaron tiempo y posiciones. "El primer día tuve que dar dos vueltas sobre mi mismo con el barco porque un juez dictaminó que había movido la vela mayor más de lo permitido, perdí tres puestos, y creo que es lo que me hizo no quedar segundo, mientras que el segundo día de competición me adelanté en la salida, volví a perder tiempo, y me di un golpe con otro barco pero a pesar de todo acabé la manga quinto, íbamos muy rápido".

Un buen cambio

"No creo que cambiar la clase olímpica por Snipe sea un paso atrás, llevo 15 años con mi barco y lo conozco a la perfección pero haber estado tres años en otra categoría me ha enseñado cosas que puedo aplicar ahora y que me hacen ser mejor", explica Jordi Triay.

Triay y Mas entrenan uno o dos fines de semana al mes, porque el segundo vive en Palma y el primero aquí. Este hecho da todavía más mérito a esta racha de resultados. Un menorquín observa desde lo más alto.