Arqueros en el bosque de Lithica

En un deporte ya de por sí ecológico, esta disciplina aún lo es más porque los participantes deben completar un recorrido determinado en el que se encuentran animales de material forespan en tres dimensiones a los que deben lanzar dos flechas para intentar colocarlas en los dos círculos pintados en el cuerpo del objeto inanimado. Uno de ellos resultaría el mortal, y el otro, más grande, el que dejaría a la pieza herida.
La matinal acompañó al buen desarrollo de esta modalidad del tiro con arco que rompe con la rutina del lanzamiento desde una ubicación fija a la diana de toda la vida, y cambia el escenario por uno natural. Niños y niñas, desde los 11 años, hasta mayores de 50 disputaron este campeonato por lo que tuvieron que completar el recorrido siguiendo las indicaciones ubicadas en distintos puntos de la cantera.

Según las categorías y el arco utilizado por cada participante, los arqueros debían situarse a una distancia determinada del animal. Desde allí disponían del tiempo que precisasen para tomar la flecha, armar el arco y lanzarla en busca de la diana más pequeña.
Las distancias de tiro son desconocidas por los competidores, según marca el reglamento de la Federación Española que reconoce este campeonato de Ciutadella. La variedad de posibles tiros es muy alta comparada con el olímpico en el que siempre se lanza desde una distancia conocida y en plano. En el recorrido de bosque influye el terreno con sus desniveles, la climatología (calor, frío, viento, reflejos de la luz o incluso lluvia) y el tipo de bosque (muy denso, muy abierto, etcétera).

Laura Portella, Sebastià Ametller, Damià Portella, Rafael Trinidad y José Miguel Villanueva resultaron los principales vencedores de este campeonato que también se disputa en Mallorca e Eivissa.

El conseller d'Esports del Consell de Menorca, Juanjo Pons, presidió la entrega de trofeos a los diferentes ganadores.