Como era previsible las secuelas del atropello que sufrió Albert Torres el martes cuando regresaba a su casa condicionó el test que realizó ayer ante el seleccionador nacional, José Antonio Escuredo, con vistas a que le convoque para disputar el Mundial de pista en Kiev, Bielorrusia. "No he hecho buenos tiempos, he acusado los golpes, y le he dicho al entrenador que no puedo hacer milagros pero que si me convoca estaré al máximo para la cita", asegura un Torres resignado que prefiere "no perder más tiempo pensando en el accidente porque lo importante es que no me he roto nada".
De esta forma ahora el balón está en el tejado del seleccionador que hoy debe terminar de meditar a qué cuatro ciclistas se lleva a Minsk de los seis que ha citado.
La prueba empezó bien, Albert tenía que dar trece vueltas al velódromo del Palma Arena, "y las primeras las hice con un buen tiempo pero a partir de la octava noté que se me hinchaban las piernas y eso se debe a que no había cogido la bicicleta desde el accidente y el cuerpo lo ha notado", asegura.
"Estoy contento porque 48 horas después del accidente ya estaba en la pista de nuevo y porque a pesar del accidente no me he roto nada", asimila el joven ciclista, que desvela que en su conversación con el técnico apuró sus opciones recordándole que sus tiempos logrados ayer se deben al accidente, no a que esté atravesando un mal momento de forma.
Escuredo tomará la decisión entre hoy y mañana, cuando finaliza el 'stage' y se la comunicará a los seis ciclistas que han participado en la concentración que ha tenido lugar en Palma, los fondistas Eloy Teruel, Unai Elorriaga, Asier Maeztu, Sebastián Mora, David Muntaner, y Leire Olaberria, además de Albert Torres, y los velocistas Juan Peralta, Hodei Mazkiarán, José Moreno, Sergio Aliaga, Helena Casas y Tania Calvo.
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