Un problema. Como se preveía, la disolución del Menorca deja un Pavelló sin uso definido - Archivo

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El Pavelló Menorca, orgullo de la Isla desde su celérica construcción en el verano de 2005 para acoger los partidos del Menorca Bàsquet en la ACB, puede quedar cerrado y sin ningún uso en los próximos meses siempre que no aparezca alguna empresa insular, balear o nacional que opte a su explotación y mantenimiento.

El consorcio propietario de la magna instalación, formado por Ayuntamiento de Maó, Consell Insular de Menorca y Govern Balear, acordó en una reunión mantenida el pasado lunes sacar a concurso público la explotacion y, con ella, el mantenimiento del Pavelló con capacidad para 5.000 personas. A la espera de que el Menorca Bàsquet, que ha sido su único morador desde su construcción hace 7 años, haga entrega de las llaves después de hallarse en proceso de disolución, el consorcio ya trabaja en la elaboración del pliego de condiciones para aquellas empresas que puedan optar al concurso.

El club de baloncesto ha soportado la mayor parte del conste del mantenimiento del Pavelló durante este tiempo, cifrándolo en unos 200.000 euros por año que el consorcio no está dispuesto a asumir ahora considerando, además, que abona una hipoteca anual de 700.000 euros hasta el año 2.025. "La solución es que tenga una gestión privada porque el consorcio no está en disposición de hacerlo", explica Juanjo Pons. El Pavelló podría acoger cualquier tipo de manifestación, deportiva, lúdica, cultural o musical, aunque las características de su construcción son, preferentemente, para dar cabida a partidos de baloncesto. Esta complejidas y el elevado coste de su mantenimiento dificultan la aparición de empresas del sector deportivo que puedan hacerse cargo del Pavelló para darle un uso periódico como tenía hasta ahora con los partidos de baloncesto del Menorca Bàsquet.

"Lo que no vamos a hacer son actos para que nos siga costando más dinero, en todo caso, un mantenimiento preventivo y un control mínimo sobre todo y, si fuera preciso, forrar el parquet para que no se deteriore. Pero si se ha de cerrar y dejarlo hibernar, se hará", afirma tajante Juanjo Pons, quien explica que "yo he hibernado varias instalaciones hoteleras y, haciéndolo bien, no tiene por qué pasar nada hasta que surja una explotación mejor, pero si tenerlo abierto nos cuesta más, estará cerrado".

De todas formas el conseller añade que su responsabilidad es tratar de buscar un solución, "y quizás nos encontramos con alguna sorpresa".