TW
0

José Gardés es el nuevo presidente de la Sociedad Hípica Amigos del Noble Bruto. Lleva toda la vida relacionado con el mundo del caballo típico de Menorca, algo que aprendió de su familia, y quiere conservar esa esencia pero haciendo que el "trot" sea un producto cada vez más conocido, sobre todo de cara al turismo.

Usted asume la presidencia de la SHANB. ¿Por qué?
-Hace 25 años que estoy en este mundo, participando en las carreras. Mi padre había sido presidente. Se me propuso en varias ocasiones, y el año pasado logré formar una nueva directiva.

¿En qué momento se encuentra la SHANB?
-Todavía no he visto las cuentas. El presidente saliente (Toni Roca) me ha asegurado que está bien económicamente. En cuanto a socios y afiliados con licencia para competir... unos 350 en total. Tengo que ponerme al día.

¿Cómo calificaría la anterior gestión?
-La inercia es siempre la misma. Se trata de gestionar las carreras y la relación con las instituciones. Eso está bien. Roca ha estado muy encima de las cosas, ha hecho mucho trabajo. Entiendo que esté un poco cansado.

¿Cuál es su objetivo?
-Diversificar todo lo que pueda cada tarea en la Sociedad. Yo soy corredor, ahora presidente… Quiero delegar y espero que la gente no se apalanque. Deben colaborar, desde lo más básico. Ahora toca pintar el Hipódromo, y que cada uno pinte sus cuadras, adecentarlas para la Diada del 1 de mayo… Es la primera prueba…

¿Y a medio y largo plazo?
-Tener un Hipódromo moderno, cómodo para los usuarios y para los visitantes. Tenemos ideas, un buen programa de carreras, cuatro o cinco por reunión. Es bueno para el turismo, para el verano. Vamos a hacer cuatro carreras nocturnas entre semana en Julio y Agosto. Será una prueba piloto y estamos convencidos de que saldrá bien. Alternativa turística.

En la futura reordenación de la zona de Bintaufa se prevé una nueva instalación hípica...
-Parece que hay bastante apoyo por del Ayuntamiento y buenas intenciones. Lo estábamos pidiendo. Aquí se están haciendo buenas marcas, como en Palma o en el extranjero. Dos de los récords nacionales los tienen dos caballos menorquines compitiendo en Francia. Necesitamos otra pista porque la actual tiene 500 metros y es muy cerrada.

La afición a las carreras ¿se ha estancado o ha aumentado?
-En el mundo del "Trotón", el que entra, se queda. No es un deporte de paso. Hay un conocimiento previo… La Escola de Trot ha hecho mucho en eso, con los chicos de 15 años. Además, el hecho de ser algo familiar y muy sentido en Menorca se nota.

Para los que no entienden, todo parece reducirse a los Jaleos.
-Pero está diversificado. Además de la Festa y el Trot, está la doma y los saltos. Normalmente, el aficionado selecciona, no se pasa de uno a otro. Nosotros nos centramos en el Trot. Es una disciplina que está bien de salud. Hay bastante afición aquí y en Mallorca. Allí tienen premios más importantes y nos desplazamos mucho. La media de asistentes a una carrera depende de la estación. En invierno tenemos la mala suerte de que nos coincide con el baloncesto y el fútbol. En verano es mejor, porque a las 18 horas un sábado no hay nada. Y el turismo se nota mucho, sobre todo inglés y nacional. Un día fuerte puede haber 1.500 personas.

¿El Trot es un buen producto turístico?
Debería fomentarse más todavía. Estamos presentes en las revistas de la Fundació Destí, combinado con los jaleos... Un visitante debe saber, más si cabe, que tiene otra opción que se llama hipódromo.

Donde puede apostar...
-Es como una quiniela. La apuesta mínima es de un euro. Los ingleses son los que apuestan más, descaradamente. Y luego los nacionales. En Inglaterra hay mucha tradición. Miran la carrera y apuestan.

¿A los caballos se les da algo para que corran más? Hablo de doping.
-No. Radicalmente. Se les dan complementos vitamínicos. Y hay analíticas de sangre. De hecho, en Menorca, dar productos dopantes no compensa por la cantidad que puedes ganar en un premio. No ganas nada "chutando" a un caballo. No vale la pena siendo amateurs. La limpieza está asegurada.

¿Qué es lo que hace que el caballo menorquín esté tan bien considerado y que gane tantas carreras?
-La clave es que conservamos la genética, en base a la importación de sementales. Los escogemos muy cuidadosamente. El semen de un caballo campeón aquí puede costar entre 3.000 y 6.000 euros. En Francia, incluso 12.000. Por otro lado, el aprendizaje del caballo es importantísimo porque en su primer año no los forzamos. Lo hacemos más lento que, por ejemplo, en Mallorca. Eso hace que en el tercer y cuarto año el caballo tenga más fuerza. Podemos hacerlo así porque nuestro nivel de exigencia es más bajo. En Palma el caballo se desgasta más, y su vida competitiva se acorta.

Usted es criador de caballos...
Anteayer me nació un potro guapísimo. Es hijo de una yegua campeona. Cada año crío uno.

-¿Qué es lo fundamental en este proceso?
-(Ríe) Obviamente, la materia prima. El semental de "buena marca" que case bien con la yegua. Todos los sementales están seleccionados según sus marcas en velocidad. Antes se hacía con cualquier caballo, pero ahora está todo tecnificado. No basta con que sea un ejemplar precioso a la vista. Con todo, si sale mal, sale mal. En Francia un caballo ganador puede obtener entre 3.000 y 5.000 euros por carrera ganada. Yo tenía uno que en total llegó a ganar 280.000 euros. Francia es el mejor sitio para el trote. Y los caballos menorquines están muy bien considerados allí. Dos ejemplares tienen récord nacional (Sambro Goal Gm y Ony Maker Sb).

¿Por qué les ponen nombres tan raros a los caballos?
-(Ríe) Normalmente porque se cogen los del padre, por la genética. Pones un primer nombre y luego el del padre, y luego las iniciales del criador. En mi vida he llegado a tener 117 caballos diferentes.

¿Qué siente cuando compite?
-Es algo increíble para mí. En medio de la pista no siento ni frío, ni calor, ni el viento, ni el barro. Nada. Es una pasada. Estoy tan concentrado en correr, que no me doy cuenta de otra cosa que mi caballo, las ruedas, el rival de al lado…

¿Se acabará perdiendo la afición?
-No, nunca. Es algo de Menorca. Todos los menorquines deberían ir al Hipódromo al menos una vez. Es algo nuestro. Sabemos que hay gente que no ha ido nunca. Es imperdonable.