Segarra, en la encrucijada

Segarra observa la marcha correcta del equipo que sigue en manos de Joan Esteva, e incluso le ve opciones de aspirar a algo más que la permanencia. Pero más allá del capítulo deportivo está el económico. También él, promotor inmobiliario, acusa la crisis y considerando el capital propio que lleva invertido en el Sporting, ayer sólo aseguró que cumplirá el compromiso hasta el final de la presente temporada. Después ya no se atreve a confirmar su continuidad.

El Mallorca, el Menorca Bàsquet, el Sporting, los proyectos deportivos directos e indierectos a gran escala... todo circula en la mente de este catalanomenorquín cuya trayectoria isleña da para mucho y, posiblemente, va a dar para bastante más.

Tras un final de verano agitado por su romance con el Mallorca que estuvo a punto de acabar en boda, y un flirteo con el Menorca Bàsquet que se diluyó cual azucarillo en agua, Segarra vive con moderada ilusión el arranque de la temporada en el Sporting Mahonés.

Sastisfecho por los dos primeros meses de competición, ¿no?
Hemos empezado bien, estamos en la línea deportiva que queríamos y supongo que el equipo irá a más. Si se hace como toca llegaremos a salvarnos antes que el año pasado.

¿Es ese el único objetivo, considerando que hay mejor equipo que antaño?
Tal y como los veo y la calidad que creo que tiene, hay que ser prudentes con la permanencia y cuando la logremos hay que intentar buscar zona de la Copa del Rey.

Hay plantel para lograrlo
Sinceramente, sí. He visto muchos partidos de muchos equipos y el nuestro no es inferior a ninguno.

Como ex futbolista, ¿qué opina del cambio en el centro del campo que ahora parte de una dupla más técnica –Vates y Méndez– que la de antaño, con Moyano y Libo o Pedro Capó?
Es una cuestión de los técnicos y me parecen bien todas sus decisiones porque por eso los tenemos y confiamos. Entiendo que es una postura valiente y quiero pensar que puede dar mejores resultados dado que hay mucha diferencia entre un empate y una victoria.

De lo que no está contento usted es de la masa social. Hay menos socios que antaño a pesar de las ofertas para nuevos abonados que hicieron...
Sí, no estamos arrastrando lo que pensábamos y estoy decepcionado. Pensábamos que estar en Segunda B y jugar a un buen nivel traería más gente pero no lo estamos viendo. La afluencia es peor que la temporada pasada. Quizá haremos algo para cambiar esta dinámica.

A principios de año se construirá el nuevo campo de entrenamiento y se remodelará el Municipal. ¿Vale más esto que nada?
Todo está muy complicado y quiero pensar que las instituciones hacen todo lo que pueden como hacemos todos. Como club es como si me hubiesen amputado una pierna porque me dejan menos posibilidad de generar más ingresos. Damos por bueno rehabilitar Bintaufa cuyo estado es lamentable, y tendremos un campo nuevo para la escuela. Pero con esto no conseguiremos el proyecto que teníamos.

El resultado de su gestión en la presidencia es insuperable en lo deportivo, pero en cuanto a su propuesta de autofinanciación o crecimiento no lo parece tanto...
Se han dado circunstancias negativas, la economía actual, pero hay que darle más tiempo. Esta es la tercera temporada. Es cierto que la paciencia no es eterna pero quiero pensar que aún podemos hacer algo para mejorar, aunque es difícil porque este barco tiene demasiada carga y a los que queremos tirar de él no nos dejan.

¿El barco es el Sporting o la Isla entera?
Me refiero a Menorca. Es un barco con demasiada carga.

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También recibió usted la llamada del Menorca Bàsquet...
Sí, es similar al Mallorca porque también me vinieron a buscar. Puedo aportar poco desde el punto de vista deportivo porque hay gente que sabe mucho más que yo pero en la gestión lo tendría que llevar a mi manera. Entonces, si hay la posibilidad de entrar sería gestionando y esto tampoco le gusta a todo el mundo.

¿Para qué le llamó el Menorca, a traves del propio alcalde de Maó que hizo el contacto, y por qué no se concretó su relación con el club?
Porque tenían una necesidad imperiosa de dinero pero le dije al presidente que en tan corto espacio de tiempo no podía hacerlo, y que además, aunque hubiese podido, quería saber cómo estaba el club. Quedamos en hablar otro día y por un problema de agenda del presidente no lo hemos hecho desde entonces. Me llamaron dos veces para disculparse y lo entiendo, no pasa nada.

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