Cuatro años y dos días después de haber caído en los octavos de final del Mundial de Brasil sobre la cancha del Maracaná, Uruguay ha avanzado a la fase de cuartos de Rusia 2018, donde le espera Francia, al eliminar a Portugal con un triunfo por 2-1 que selló con un doblete Edinson Cavani.
'El Matador', que abandonó la cancha lesionado a los 74 minutos apoyado en Cristiano Ronaldo, llegó a 45 tantos con la Celeste en un partido en el que los portugueses habían volcado sus ojos en Luis Suárez.
El delantero del Barcelona, que el 28 de junio de 2014 ya no estaba en el Mundial brasileño por la triste caso del mordisco al italiano Giorgio Chiellini, sirvió el pase para el cabezazo de Cavani a los 7 minutos y con astucia y mucho derroche físico arrastró las marcas que desquiciaron la defensa de los campeones de Europa.
Apenas Pepe dio una esperanza a Portugal con un soberbio cabezazo a pase del lateral Raphael Guerreiro cuando el partido iba por los 56 minutos y puso fin al carácter imbatible de la portería de Fernando Muslera, que duró 365 minutos sin encajar un gol.
La balanza de nuevo la desequilibró Cavani, esta vez a pase de Rodrigo Bentacur, que resolvió con un precioso toque de efecto que dejó sin opciones a Rui Patricio.
Transcurrían 62 minutos y la ventaja parecía un abismo debido a que Cristiano Ronaldo parecía naufragar en su soledad.
La consigna de Portugal antes del partido de hoy en Sochi era mejorar sus transiciones entre la mitad de la cancha y el ataque, y abastecer de más balones a Cristiano Ronaldo, pero la desventaja lo que hizo fue dejar expuestas sus miserias.
El del Real Madrid tuvo que remar, unas veces muy lejos de su hábitat natural, y cuando por fin recibía el balón muy cerca de Muslera, aumentaba su impotencia al verse cercado en un bosque de piernas rivales.
Rui Patricio fue el culpable de que la ventaja no fuera más amplia antes del descanso al desviar de forma aparatosa un libre directo conectado por Suárez.
Y pudo ser el héroe con sus excursiones en la agonía, para capturar algún cabezazo en los pagos de su colega Muslera.
El partido terminó con pirotecnia, con drama y pasión.
El caballeroso Cristiano Ronaldo, que tantos aplausos mereció al ayudar a Cavani en su preocupante camino al banco perdió la paciencia y recibió la única amarilla del partido.
Hasta hoy, Uruguay solamente había jugado una vez en su historia contra una selección europea en los octavos de final de un Mundial.
Ocurrió en Roma, en 1990, se impuso por 0-2 a Italia y en el banquillo estaba Oscar Washington Tabárez, el mismo entrenador que está celebrando doce años de trabajo continuo.
1 comentario
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No hay derecho estos uruguayos no han dejado que CR7 disfrutara de ninguna piszina¡pobre hombre no es justo¡