La expedición del conjunto rojiblanco estaba preparada para subirse al avión rumbo a Menorca desde el Aeropuerto de Palma, pero la hora de salida (9.40h) programada para el mismo se acabó retrasando más de una hora (11.14h). Por tanto, si el vuelo IB2490 de Air Nostrum debía aterrizar a las 10.40 horas, finalmente lo acabaría haciendo a las 11.44 horas. De esta forma, se hacía imposible que el cuadro mallorquín se desplazara a tiempo hasta Los Nogales para disputar el encuentro en la hora prevista.
Posibilidad de jugar en el mismo día
Aunque la situación podría dar cierto margen para encontrar un hueco con tal de jugar el partido a lo largo del día de este sábado, tal y como entendía el Migjorn, lo cierto es que no será así.
La Federación de Fútbol de Balears (FFIB) ha accedido a la petición del Santanyí de suspender el encuentro. El club mallorquín ha alegado que los billetes que había adquirido para la vuelta correspondían a un vuelo que salía a las 18 horas del Aeropuerto de Menorca con destino Palma, por lo que consideraban que no había tiempo suficiente para la celebración del encuentro, algo que no comparte el Migjorn.
A su vez, el Santanyí tenía la opción de coger cualquiera de los otros cuatro vuelos anteriores que conectaban Mallorca y Menorca. Así pues, podrían haber aterrizado en Menorca a las 7.40, a las 7.45, a las 9.15 o a las 9.45 horas.
Antecedentes
El Migjorn de Biel Medina, que se ha visto obligado a aceptar la decisión con cierta resignación, ha aprovechado la suspensión del choque para realizar una sesión de entrenamiento.
El club menorquín tiene motivos para estar enfadado, ya que por desgracia, no es la primera vez que un partido del Migjorn se suspende por un problema aéreo. Hay que remontarse a hace poco más de un mes, a principios del mes de febrero, cuando los muchachos de Biel Medina debían visitar al Penya Independent ibizenco.
Después de haber tomado sin problema el primer avión entre Menorca y Mallorca, el segundo, que debía llevar a la escuadra blanquiverde hasta Eivissa, sufrió una avería. Cuando se les estaba recolocando en un vuelo que salía justo una hora después, la compañía aérea comunicó al club que no quedaban plazas disponibles en el avión.
De esta forma, la expedición migjornera se quedó tirada en Mallorca y tuvo que emprender el viaje de regreso a casa. Además, el duelo tuvo que jugarse en un insólito horario intersemanal. El Migjorn se desplazó a Eivissa para disputar el encuentro un miércoles laborable al mediodía, lo que imposibilitó la presencia de varios de sus integrantes.
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