Una de las imágenes del partido aportadas ante la Federación

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«Lo hemos hecho porque quedó demostrado que nuestro hijo no agredió a nadie y para que no vuelva a ocurrir jamás y ningún jugador ni su familia tengan que pasar lo que nos ha tocado vivir a nosotros estas semanas». Así de rotunda se mostraba ayer para «Es Diari» la madre del jugador juvenil del CE Ferreries de Liga Nacional que fue sancionado duramente por el comité de competición de la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) con hasta seis partidos de suspensión, por una supuesta agresión a un jugador contrario y que finalmente ha quedado sin efecto.

Todo ello, como ya avanzamos, a partir de unas imágenes grabadas en este encuentro, CE Ferreries-La Salle Palma, disputado en el Municipal de Sant Bartomeu y que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dio por buenas para dejar al azulgrana libre de sanción. Capturas de vídeo registradas a través de la plataforma EivoTV que retransmite todos los encuentros del ‘Ferre'– y de la mayoría de clubes baleares– y que tras editarlas correctamente el cámara jubilado de TVE, Damià Febrer, fueron enviadas a la RFEF en segunda instancia. Fue en Madrid donde se anuló y dejó sin efecto la sanción al juvenil, tras estimarse el recurso formulado por el CE Ferreries.

La inocencia del jugador del Ferreries tras ser expulsado y sancionado por una supuesta agresión a un rival se pudo demostrar por parte de sus padres y del ‘Ferre', a partir de una doble imagen, ya que además de estar EivoTV, también estaba la cámara que coloca el club –para estudiar los encuentros–, por lo que desde diferentes ángulos, no dejaba lugar a dudas de la ‘no' agresión. «Todo viene de una falta de un jugador rival a uno del Ferreries, con la rodilla, creándose un cierto barullo en el campo. Mi hijo se acercó para mediar, sin dirigirse al jugador que hizo la falta, sino a otro a pedir explicaciones y que precisamente le empujó. Luego hay otro jugador que pasa cerca, que le da justo un toque, para que éste se lance al suelo y simule una agresión», detalla la madre del jugador, presente en el partido y grabación en mano. «Lo triste además –como se oye en el vídeo– es que el cuerpo técnico visitante empezó a chillar al colegiado: «Árbitro, el nueve, el nueve», hasta que el línier habló con los técnicos, este se dirigió al colegiado y expulsó a mi hijo (9), que ya ni estaba en la tangana», lamenta la madre, que lee textualmente el acta: «… Por dar un puñetazo intencionadamente a un adversario sin poder jugar el balón…».

Después que la madre quisiera hacer entrar en razón de manera infructuosa y sin éxito al colectivo arbitral –viendo lo afectado que estaba su hijo tras el encuentro–, fue cuando arrancaron la maquinaria para que se hiciera justicia, después que el menor, entre lágrimas, les reiterara en casa que no había agredido a nadie. Ya con las imágenes y en contacto con el club, se envió en primera instancia a la FFIB, íntegro y sin editar. «Y nos rebajaron de seis a tres partidos de sanción, a lo que nos negamos porque nuestro hijo era inocente. Palma, que hasta cierto punto pienso que se lavó las manos, nos instó a acudir a la RFEF, en segunda instancia», prosigue, teniendo claro que todo pasaba por editar las imágenes del momento exacto de la supuesta agresión y enviarlas a Madrid, previo pago de 100 euros.

Papel clave de Damià Febrer

Fue aquí cuando Damià Febrer hizo su trabajo, con final feliz, hasta que dos semanas después, llegó la satisfactoria y justa resolución federativa. «Una espera dura para el chaval pero cerrada con justicia y éxito, a partir de la veracidad y claridad de las imágenes, que demuestran que nuestro hijo no agredió a nadie», exclama, emocionada. «Es una reflexión a hacer ya que se acusaba a un mejor de algo que no hizo, inventándoselo. Creo que con nuestro caso se abre un antes y un después; claro que los colegiados son humanos y pueden equivocarse pero no inventar y luego no querer entrar en razón porque ahora con las cámaras queda todo registrado y nos han salvado. Y ello después que el árbitro asegurara haberlo visto con sus propios ojos», sostiene.

Reconociendo que la labor arbitral es difícil, «este caso creo que ha traspasado fronteras. Acusar a alguien para enfrentarlo a 5-10 partidos es grave y suerte de las grabaciones. No queremos que vuelva a pasar y que si hay otra injusticia parecida la gente sepa que hay imágenes», prosigue. «El chico lo ha pasado fatal e indefenso; si lo hubiera hecho, a pagarlo, pero no lo hizo. Madrid ha sido justo, tras una mala experiencia», se congratula.