Imagen que lo dice todo este domingo, con Vadell suspirando, jugadores abrazándose o, como Pozo, agradecidos a la afición. | Gemma Andreu

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A pesar de seguir en la UVI y en una situación muy compleja y titánica, las caras han cambiado en el CE Mercadal desde que anteayer cayera, al fin, el primer y merecido triunfo. Llevaban ya semanas los hombres de Pere Vadell merodeando su anhelado estreno victorioso y tras prácticamente medio año sin vencer, los rojiblancos lograron respirar ante el Santanyí. Tres puntos que si se traducen en otros tres pasado mañana ante el Murense– en partido aplazado en su día por problemas aéreos– querría decir apretar la zona de abajo, engancharse a sus rivales y abandonar el farolillo rojo. Felices por ganar el domingo, en Es Mercadal son conscientes de la importancia de la final de este jueves.

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Pozo, en modo convencido

Uno de los jugadores del Municipal de Sant Martí que más convencido está de poder obrar el segundo milagro en dos temporadas consecutivas es el joven guardameta, Jandro Pozo, de nuevo titular con la llegada de Pere Vadell al banquillo rojiblanco. El mismo portero, todavía frotándose los ojos y– como muchos de los componentes del Mercadal, sin entender por qué ha tardado tanto en llegar la primera victoria–, reconocía ayer a «Es Diari» que el cuadro de Vadell «necesitaba esta victoria para seguir adelante». Muy seguro, más viendo cómo sentó a la cúpula ‘mercadalenca' el triunfo de anteayer, exclamaba ayer que en el Mercadal, «todos los que estamos creemos que podemos llegar a las últimas jornadas de Tercera División vivos y dar la campanada».

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