Sergi Enrich pelea desde el piso con el lateral brasileño del Real Madrid, Danilo da Silva, en presencia del central Raphael Varane. | Sergio Barrenechea

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Sergi Enrich continua suscribiendo historia, además de contribuir a incrementar la de un Eibar al que no se le entienden límites, más en función de su última hazaña, un empate ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-1), conseguido el domingo anterior en el marco de la séptima jornada de LaLiga Santander, que además de abundar en la crisis de resultados en que orbita el coloso merengue –amontona cuatro partidos consecutivos sin ganar– permite al equipo armero (que compite con el presupuesto más bajo de la Liga) afianzar la octava posición en la clasificación, a cuatro puntos del Atlético, nuevo líder, como también del conjunto que dirige el francoargelino Zinedine Zidane, tras conquistar, en su tercera visita en el contexto de la Primera División, su primer punto en el legendario coliseo madridista.

«Nuestra alegría es máxima, tanto por el club como por la ciudad de Eibar, sabemos que hemos hecho historia, empatar en un campo de leyenda como el Bernabéu», reflexionó ayer en exclusiva para Es Diari, vía telefónica, Sergi Enrich, desde su hogar gipuzkoano. «Antes del partido ya dije que había que ir sin miedo a Madrid y a intentar disfrutar de un partido grande en un estadio y ante un rival con tanta historia. Supimos jugar nuestras armas y defensivamente nos salió un gran partido», prosigue el delantero forjado en las factorías de Penya Ciutadella y Mallorca.

El encuentro, en cualquier caso, fue intuido en su preámbulo como el fin del bache de resultados del Madrid. Así se proyectó desde el vestuario del Bernabéu en voz de su lateral diestro Danilo. «El Eibar pagará la cuenta», refirió el zaguero brasileño tras el empate en Dortmund, en lo que fue la tercera igualada merengue seguida. Pero el Eibar no asumió factura alguna. Si acaso, cobró la suya, pues se avanzó en el marcador y terminó por extraer un jugoso botín, además de desbancar de la cima a los blancos, ahora segundos en detrimento del Atlético.

«Sabíamos que la clave era aguantar los primeros quince minutos, lo hicimos, y además no sufrimos esos apuros que normalmente sufren los equipos en el Bernabéu –Enrich hace referencia a lo que los visitantes al feudo blanco definen como el huracán– y tampoco nos fuimos para atrás en ningún instante. ¿Pensar en ganar? Hombre, ves que te avanzas y que logras contener el resultado, pero sobre todo, queríamos disfrutar de nuestro partido», se extiende Enrich, que, reemplazado en el 76', terminó «muy agotado».

«El Madrid te exige mucho, más allá de que no estuvieran Casemiro o Modric; es un equipo tácticamente con una gran defensa y un gran talento en todas sus posiciones, cuenta con algunos de los top mundiales y juegue quien juegue es siempre muy complicado», relata Enrich.

El valor del punto logrado en Chamartín es grande, pero asimismo lo es desde un prisma anímico. Con todo, Enrich aboga por un discurso conservador. «Demostramos que si jugamos bien como colectivo somos un equipo muy difícil de derrotar; el punto es importante, algo histórico, pero tampoco debemos subirnos a la parra y sí pensar en el próximo partido, ante un rival directo como Osasuna, eso es ahora lo más importante», revisa el jugador ciutadellenc del Eibar, para el que además la posible aventura británica (varios clubes ingleses pujaron por él en el albor de la actual temporada) queda ya como un capítulo totalmente ancestral.

«Para nada pienso en eso. El Eibar me demostró que soy muy importante para su proyecto y estoy totalmente centrado en eso», sentencia Sergi Enrich.