La ciutadellenca Núria Zalamea sacó las mejores notas de su promoción en el curso de árbitro. | Josep Bagur Gomila

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Las mujeres siguen derribando las pocas barreras que le quedan en el mundo del fútbol. Esta temporada ha debutado como juez de línea en la Liga Nacional juvenil y Regional Preferente la única mujer árbitro de Menorca en hierba, colegiado de Segunda Regional. Se trata de Núria Zalamea Hurtado (Ciutadella, 27 años), que tras aprobar el Curso de Ascenso ya ejerce de jueza de línea en estas categorías y puede arbitrar hasta juvenil. Zalamea además de árbitro trabaja en una inmobiliaria, oficio que compagina con sus funciones de colegiada. Para llegar hasta aquí ha tenido que superar las mismas exigencias que sus compañeros. «Soy una más», decía cuando superó las pruebas físicas que ratificaban que forma parte del elenco de colegiados del fútbol insular.

¿Cómo y por qué se mete en el mundo del arbitraje?
- Nunca lo imaginé pero el deporte me ha encantado siempre. Soy una tenista frustrada la verdad ya que jamás llegué a practicarlo. Y nunca jugué al fútbol, ni lo pensé. ¿Árbitro? Hacer deporte y que te paguen es un gustazo.

¿Aún recuerda el primer partido que pitó hace dos años?
- Y tanto, fue para llorar. Era un benjamín, Penya-CE Alaior, y recuerdo que me temblaba todo. No quería salir y pedí una tila incluso. Creo que no señalé nada; lo pasé fatal.

¿Disfruta más ejerciendo como línier o como árbitro?
- De línier, y me siento más cómoda por ahora. Y eso que me gustan las responsabilidades. Un línea tiene también decisiones difíciles como en los fueras de juego.

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