El Ferreries de Pere Vadell ha bajado su nivel de resultados y el domingo sufrió su segunda derrota en casa, ante el Migjorn | Josep Bagur Gomila

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La derrota del CE Ferreries ante el CD Migjorn (0-1) ha provocado nervios entre algunos socios del club y una cierta intranquilidad porque ésta ha venido emparejada con un fútbol nada convincente. Es la consecuencia del hábito a ganar siempre o casi siempre, como hacía el equipo hasta hace escasas fechas, en la que era una trayectoria sobresaliente para el grupo que dirige Pere Vadell que, en todo caso, conserva la primera posición de la clasificación en la Liga Regional, aunque empatado a puntos con el propio Migjorn.


El resultado generó comentarios en la grada que, seguro, se oyeron en el banquillo. Algunos aficionados se quejan por la escasa presencia de jugadores locales en la plantilla y así lo proclamaron, «y es cierto», admite el presidente Mingu Martí, «pero cuando los socios me dicen esto les explicó por qué y me dan toda la razón», apunta.
El Ferreries solo cuenta con seis jugadores del pueblo (López, Toni Coll, Xavi Barber, Toni Bosch, Ángel Pulido y Omar) porque seis han preferido jugar en Tercera (Jeroni, Héctor, David Melià, Pepo, Raúl y Pulido), otros cinco dejaron el equipo porque querían más minutos (Sampa, Tomeu Allès, Angel, Troyano y Borja) y cuatro más se retiraron (Esteban, Mir, Mingu y Bosch. «Por tanto, es difícil tener más jugadores de casa, o sea que la gente debe estar tranquila y confiar en el equipo y en el técnico, Pere Vadell», añade el presidente.


Martí admite que «el domingo jugamos muy mal y el Migjorn hizo un gran partido. Nosotros, jugando mal, seguimos líderes pero hay que recordar que estamos en Regional». Para el mandatario, «pasamos por un bajón como le pasa a otros equipos, pero si de diez pases un jugador falla nueve, la culpa no es del técnico que tiene toda mi confianza». Martí, sin embargo, reconoce que no ganar la Liga «sí sería una decepción después de que todos nos hayan puesto como favoritos esta temporada».