Un par de policías conversan con Juanfran; el Menorca opta por dejar atrás los incidentes y mirar al futuro | Javier Coll

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CD Menorca y UE Cornellà optan por correr un tupido velo y dejar atrás los tristes incidentes acontecidos a la finalización del partido que enfrentó el pasado domingo a sus respectivos equipos juveniles en partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada del grupo III de División de Honor. Tras el mismo, una ingente mayoría de jugadores de ambas plantillas se enzarzaron en una brutal pelea en el umbral del túnel de vestuarios, que no derivó en tragedia por la intervención de delegados, miembros del cuerpo técnico de ambos equipos y de algún directivo del Menorca. Minutos después se personaron las fuerzas de seguridad para apaciguar definitivamente el conflicto.

Discurridas 24 horas de los incidentes, desde el CD Menorca «lamentan» la coyuntura, si bien abogan por «mirar hacia adelante». El presidente del club, Ángel Río «descarta» emprender en nombre del Menorca algún tipo de acción o solicitar represalias contra el equipo catalán o sus jugadores, «pues hoy ocurre aquí y un día pasará en otro lugar», anota el directivo, y de mediar alguna denuncia ésta será a título personal (Juanfran, agredido en el rostro por un rival, barajaba esa opción tras el partido; ayer estuvo ilocalizable).

El dirigente azulgrana se reunió anoche con la plantilla para conocer su versión. No se descartan sanciones de régimen interno, pero el futuro inmediato se llama Damm (próximo partido). Para zanjar el asunto, Río manifiesta «no entender la actitud del Cornellà, igual pensaban que vendrían aquí y que nos meterían cuatro por que somos los últimos; uno de ellos creo que insultó gravemente a la Isla y despreció al equipo; a ver que les parecería si se hiciera igual cuando se va su pueblo... y durante el partido no ocurrió nada ni hubo jugadas violentas como para terminar así, pero los chavales estaban nerviosos».

Asimismo, Río destaca que en la Isla el trato dispensado a los rivales siempre ha sido «magnífico, nunca habíamos sufrido algo así». Por su parte, el técnico Juan Romero «no considera» que una posible frustración por la mala dinámica del equipo fuera la causa del alterado estado de ánimo que presentaba alguno de sus jugadores. «El Cornellà es un equipo experto, usó mucho los codos, dejaban la pierna... después basta que dos salten, pero hubo faltas de respeto hacia nosotros; yo intenté calmar la situación y espero que algo así no ocurra nunca más», concluye Romero.


Cornellà

En el lado catalán, cuyo entrenador Carlos Martínez admitía a la finalización del partido, sobre el mismo césped, que «podía haber ocurrido una desgracia, son chicos de 18 años y muchos no tienen 'nada en la cabeza'», apuntan por contra desde su departamento de comunicación «no tener constancia de que sucediera nada extraño en Maó, por lo que no tenemos pensado tomar medidas de ningún tipo».