Gran victoria. Los jugadores del Menorca se abrazan y forman una piña tras lograr el 0-2 Sabater - Quim Bouzou

TW
0

24 jornadas después el Menorca volvió a ganar lejos de Maó (2-3). Y ya se sabe, nunca es tarde si la dicha es buena. Estos tres puntos cosechados con solvencia y al contragolpe en Gavà permiten a los de Lluís Vidal abrir una brecha de tres puntos con el Mataró, conjunto que ahora pasea la bandera del descenso, y suponen una inyección de moral brutal para afrontar la visita del Zaragoza del próximo fin de semana.

Los mahoneses hicieron un partido muy serio imprimiendo una gran velocidad en su juego de contragolpe que fue clave y acerca más que nunca la posibilidad de la salvación.

La primera parte fue visitante, y desde el principio fue el Menorca el que llevó la iniciativa. No tardó en abrir el marcador con un madrugador tanto de Xiscu Martínez en el minuto 9 cuando una falta botada al interior del área fue rematada por el azulgrana. Un auténtico jarro de agua fría para el equipo que dirige Manuel Serrano.

El Gavà intentó reaccionar teniendo más la pelota y buscando con mucha más convicción la portería menorquina. Sin embargo, los visitantes estuvieron muy bien posicionados en defensa y apenas dieron margen de maniobra a su rival. La efectividad del Menorca se reflejó en el minuto 35 cuando en la segunda opción clara de gol consiguió el 0-2. Fue una jugada elaborada a la contra que sorprendió al cuadro catalán gracias a la incorporación de Sabater.

Tras el paso por los vestuarios la intención de los de Lluís Vidal era frenar el posible ímpetu con el que pudiera salir el Gavà. No bastaron las intenciones ya que Fran, en una jugada elaborada por parte del conjunto catalán, supo culminar.

A partir de ahí, al Menorca le entraron los nervios en los minutos siguientes. Aunque el tanto de Camps fue un auténtico bálsamo para el conjunto azulgrana que dio el zarpazo definitivo al encuentro. Fue el mejor tanto de la tarde en un disparo del atacante de Ciutadella que se coló por toda la escuadra de la portería gavanense. El portero no pudo hacer absolutamente nada.

A partir de ahí, el Gavà bajó definitivamente los brazos ante el mejor juego de su rival, que recuperó la confianza. La opción del contragolpe fue la mejor arma azulgrana que pudo hacer muchos más goles.

Ya en la recta final del partido, el cuadro local arriesgó mucho más en ataque. Sin embargo, su juego ofensivo fue neutralizado una y otra vez por una impecable defensa menorquina que estuvo sensacional y muy atenta a cualquier acercamiento catalán.

El segundo tanto del Gavà llegó cuando restaban solamente un minuto para la conclusión del enfrentamiento . Un gol que abrió las esperanzas de un Gavà que creyó en la posibilidad de empatar. Pero el escaso margen de tiempo que tenía apenas pudo disponer de claras oportunidades para empatar.

Ni los chavales ni Lluís Vidal pudieron reprimir el grito de alegría tras el pitido final ya que esta victoria ante un rival directo, ligada al tropiezo del Mataró, deja la salvación en sus manos.