Torres y el sentimiento atlético

Obligada a componer un equipo desde la zona cero, Bep Oleo, presidente, y Santi Gomila, vicepresidente y responsable del área deportiva, fijaron su objetivo en Rafa Torres, técnico de recorrido en el fútbol insular, que finalmente ha aceptado el reto.

Será ésta la tercera ocasión en la que el entrenador de origen catalán (Barcelona, 48 años) tomará las riendas del primer equipo del At. Ciutadella, las dos anteriores en Tercera División, la misma categoría en la que también dirigió con éxito al CE Alaior. En Regional, Torres también ha entrenado al propio Atlètic y al CE Ferreries.

Cinco temporadas sin entrenar son mucho tiempo para un hombre de fútbol como usted, ¿no?
Sí, puede parecerlo, pero siempre me he mantenido activo. Tuve oportunidad de dirigir al Dosa de la Liga Nacional juvenil, pero con mi hijo en el equipo no creía que fuera conveniente.

¿Y su último equipo fue precisamente el Atlètic en 2007?
Es cierto, y tenía la continuidad apalabrada pero fue cuando el club se puso en manos de la empresa Samba y Gol, que trajo a su propio entrenador, Roberto Aguirre, y entonces se deshizo mi renovación.

¿Tenía descartada ya la ilusión por volver a entrenar?
No, no. Siempre ha estado ahí la opción por si surgía una oportunidad interesante. Además ya tenía ganas de volver a competir y más en un club al que estoy tan ligado como es el Atlètic, el primero en el que jugué en Menorca.

¿Hasta qué punto ha cambiado el fútbol en en Menorca durante estos años, según su opinión?
Ha cambiado en todo, no sólo aquí, en Menorca si no también en Balears. Antes cada equipo solía tener dos, tres o cuatro jugadores de fuera porque había más empresarios que apoyaban y más afición, en cambio ahora todo se tiene que basar en la cantera. No hay más.

¿Y Ciutadella?
Ciutadella siempre ha sido cuna de grandes futbolistas, no sé, quizás es por un gen especial, pero de aquí siempre salen buenos jugadores. Ahora en el Atlètic hay que tener claro que empezamos de cero mientras el resto de equipos tienen su plantilla hecha, o como mínimo, una base que nosotros no tenemos. Por eso va a ser un año difícil.

¿Muy difícil?
Complicado va a ser, pero tenemos algún veterano con mucha ilusión, como Gaimundi y Santi Juaneda que darán empaque al equipo, y jóvenes del Dosa que tienen mucho fútbol por delante. Lo importante era que el Atlètic no desapareciera y había que volver porque si este año no presentaba equipo podía ser su final.

Algunos rivales han aprovechado los descensos de Alaior y Ferreries para armar plantillas, aparentemente muy competitivas en Regional, ¿es así?
El Sami, el Menorca, el Ferreries parecen los equipos con más potencial pero aún tenemos un mes por delante y todavía podemos conseguir algunos jugadores, al igual que otros rivales.

En esta situación marcar objetivos es inútil, ¿no?
Sí, no vamos a hacerlo. El objetivo era que el club no desapareciese y a partir de ahora tratar de ser competitivos y conseguir que el sentimiento atlético vuelva a brotar.

El Penya en Tercera, dos equipos en Liga Nacional juvenil y otros dos en Regional. ¿Hay afición para todos en Ciutadella?
Cada vez hay menos, esa es la verdad. La oferta deportiva es amplia y el Atlètic debe intentar recuperar a su masa social. Los atlèticos de toda la vida siguen ahí pero hay que conseguir traerlos al campo ofreciéndoles un equipo que compita bien y ese tiene que ser el nuestro.

Gaimundi y Juaneda, que llevaba varios años retirado de la competición federada, serán las piezas maestras del equipo, pero la directiva quería a más jugadores de peso que les han fallado...
No es que nos hayan fallado, quizás se han comprometido con otros. Nosotros estamos empezando y debemos crear una base para los próximos años, pero repito que todavía hay un mes de tiempo para mejorar la plantilla y empezar a trabajar.

La próxima temporada, entonces, se planificará con menos dificultades. ¿Rafa Torres también estará en el banquillo del Atlètic?
No lo sé. La directiva quería que fichará por dos años pero yo he preferido sólo uno y después ya valoraremos.