Esteva. El técnico catalán debe dirigir hoy el entrenamiento - Archivo

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El Sporting Mahonés está en la encrucijada tras el varapalo que supuso la derrota en casa frente al colista Santboià (0-3) el pasado sábado. Ese resultado adverso que corona un parcial de seis partidos seguidos perdidos ha puesto sobreaviso al club en función del peligro clasificatorio, y como no podía ser de otro modo, debilitado la posición del entrenador, Joan Esteva, muy contestado desde varios sectores de la entidad, como parte de la afición y una parte de la junta.

Las palabras del propio técnico al término del partido admitiendo que el equipo necesitaba un cambio insinuaron la posiblidad de que pusiera su cargo a disposición de la directiva, pero que se sepa, no ha sido así.

Aparentemente el técnico cuenta con el respaldo de sus principales valedores, el presidente, Paco Segarra, y el director técnico, Matías Borsot, con quien ayer viajó a Barcelona para presenciar dos partidos del grupo, Hospitalet-Gramenet y Badalona-Lleida. Sin embargo ese respaldo no es unánime en la directiva, algunos de cuyos miembros optarían por un relevo en el banquillo para, al menos, intentar frenar la caída pronunciada del equipo, cada vez más próximo a la zona de descenso directo. Miquel Gandía, segundo entrenador, sería el preferido. Los gritos de la grada, que el sábado resonaron de nuevo, juegan también en contra del preparador del ascenso, en este caso, víctima de los resultados aunque éstos puedan asociarse a la delicadísima situación económica que vive la entidad. Es difícil mentalizar a un equipo que ha perdido el norte considerando la situación personal de cada jugador al que se le adeudan al menos dos mensualidades y están en medio de los problemas de vivienda por el impago de los alquileres.

Borsot, Segarra y el propio Esteva optaron por no contestar al teléfono durante toda la tarde y parte de la noche de ayer, de lo que se desprende que el entrenador catalán continúa en su puesto y esta tarde dirigirá el primer entrenamiento de la semana con vistas a Lleida.

La ausencia completa de recursos económicos para cambiar al entrenador catalán puede incidir en la adopción de cualquier decisión aunque Esteva acaba contrato a final de temporada.