Las instituciones menorquinas de Tercera División ven con inquietud, cuando no con gran pesimismo, el retraso en el cobro de la mitad de la cantidad correspondiente a la temporada pasada del contrato de patrocinio que firmó la Federació Balear de Futbol y el ente público IB3 hace cuatro temporadas, por el que los 20 clubes de la categoría se reparten durante cuatro años 165.000 euros anuales, a cambio de lucir en la camiseta el logo de IB3.
Bajo este acuerdo, cada institución debe recibir 8.250 euros pagaderos en dos partes. Habitualmente, los clubes ingresaban un primer cobro de 4.125 euros entre los meses de abril y junio, y el segundo, de la misma cantidad, en diciembre, pero los efectos de la crisis económica también se han hecho notar en esta relación entre la Radiotelevisión Balear y los clubes de la categoría, y estos han visto como el segundo ingreso correspondiente al año pasado no ha llegado todavía y no tienen mucha confianza en que llegue a corto plazo, a lo que se uniría el primer cobro de este 2011.
El temor aumenta por el hecho de que el contrato vigente finaliza, con lo que se debería negociar uno nuevo, algo que a nivel federativo y de los mismos clubes se desea pero que desde el ente público no parece tan claro. Además de los recortes económicos que se están realizando, no hay que obviar que en mayo hay elecciones al Parlament Balear y no se sabe exactamente el planteamiento que se seguirá ante unas circunstancias que son diferentes de cuando se firmó, a nivel económico e incluso deportivo: hace cuatro años Balears no tenía equipos en Segunda B.
Otra cuestión que plantea inquietud entre los clubes menorquines es que el presupuesto que se destine a patrocinios desde IB3 en cualquier caso será menor y a repartir entre nuevos clubes, como por ejemplo el equipo de Futbol Sala del Fisiomedia Manacor.
Entre la realidad y lo deseable, los cuatro presidentes de los clubes reaccionan de la misma manera. Desde el "no lo vemos bien, pero no podemos hacer nada" de Miquel Garriga (Norteño), el "esto no tiene síntomas de ir a mejor" de Antoni Alzina (Alaior) o "la cuestión es que te fías pero no cobras" de Antoni Palliser (Mercadal).
Un poco más sorprendentes parecen las declaraciones del presidente del Ferreries, Mingo Martí. "En realidad, antes del convenio no habíamos tenido en cuenta un ingreso de este tipo", aunque "lógicamente nos va muy bien, y sería conveniente renovar el contrato".
Los cuatro dirigentes también coinciden en el hecho de que se trata de un acuerdo de obligado cumplimiento, además, con un organismo público, en una época en que han bajado radicalmente los ingresos por publicidad, taquillaje o abonos de socios, y en que las subvenciones públicas, a pesar de ser seguras, también disminuyen en número y en cantidad.
Lo que no disminuye son los diferentes costes en cada club. El ejemplo del Alaior, con deudas pendientes a largo plazo en forma de créditos a devolver invariablemente, es uno de los más gráficos.
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