Un partido estelar, una confrontación en las alturas, puesto que mide a los dos mejores equipos del momento de la conferencia Este, el Hestia Menorca, líder y flamante finalista de Copa, que alcanza el partido tras suscribir una racha de seis victorias seguidas (12-2), y el Class Sant Antoni, segundo clasificado después de encadenar tres triunfos consecutivos (10-4).
Dos proyectos que además de poder calibrar de modo directo su estado real ante un rival de potencial similar, advierten la cita como una posibilidad de incrementar, en el caso del equipo menorquín, su margen de distancia en relación a un directo perseguidor (al que, de ganar, aventajaría en tres partidos).
Por su parte, el conjunto de Eivissa presume en el encuentro una franca ocasión de aprisionar la clasificación y por añadidura, de recuperar su ‘chance' en la carrera por la primera posición de grupo. Para ambos conjuntos, además, se añade el prestigio implícito que supone derrotar a un adversario de su mismo enclave autonómico (recordar que el duelo de la primera vuelta declinó del lado menorquín, 82-72).
Examen
Conjeturas al margen, la cita, desde una óptica menorquina, subyace como el primer examen de gran magnitud en el que se ve inmerso el equipo insular desde que ocurriera la marcha de ‘Slava' Kravtsov. La voracidad en el triunfo mostrada por el Hestia Menorca a partir de la baja del pívot ucranio (su actual racha de seis victorias la ha facturado sin su concurso) se ha visto sustancialmente alimentada por la presencia de Edwin Jackson, cuya incorporación, además de significar un evidente cambio en el guion de juego del equipo (de mayor carga perimetral a raíz de la presencia del internacional francés), ha repercutido como un factor diferencial en prácticamente la totalidad de esa media docena de triunfos.
Por tanto, en esta jornada se despejan dos incógnitas; si el nivel del escolta francés también da para desequilibrar la balanza ante uno de los mejores equipos de la competición, y si el colectivo menorquín, en conjunto, podrá mitigar la supuesta superioridad del Sant Antoni en la pintura.
Con un evidente déficit de interiores (a la salida de Kravtsov se suma la baja de un todavía inédito Popic, que si bien, tal y como desveló este diario la semana anterior, ya ha empezado a entrenar en situaciones de 5x5, no está para jugar), el Hestia Menorca deberá contrarrestar las prestaciones de una batería de pívots superior, en cantidad y, teóricamente, también en calidad.
En ese orden, el principal foco de peligro responde por Vinicius Da Silva, 21 años, 2.12 de altura y unas cifras de 13 puntos, 6.5 rebotes y 10.6 créditos de valoración por partido. Uno de los ‘5' de mayor calidad-progresión de la competición.
Aunque los puntos de amenaza del Sant Antoni no se limitan a la figura del prometedor interior latinoamericano. El letón Ervins Jonats (9.6 tantos y 4 rebotes por cita), Dani de la Rua (10.7 puntos y 3.4 capturas), el escolta internacional español por categorías de formación, Pau Carreño (7 puntos, 4 rebotes y 8 de valoración) y, evidentemente, el incombustible base catalán Jordi Grimau (a la par, arquitecto del proyecto desde su cargo de director deportivo), que cercano a cumplir los 40 años presenta unas estadísticas (11.4 puntos, 3.2 rebotes, 2 asistencias y 12 créditos de valoración) y rendimiento muy por encima de la media.
En suma, un adversario, el Sant Antoni, dotado de recursos (y al resguardo de su siempre térmica cancha de Sa Pedrera) que de sobra justifican su segunda posición en la clasificación y por tanto, una prueba de máxima exigencia para el líder, el Hestia Menorca. Un derbi en las alturas.
El apunte
Zamora: «Jugamos ante uno de los mejores equipos de la categoría»
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.