Casi 1.500 espectadores siguieron el derbi en el Pavelló | MANOLO BARRO

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El histórico derbi balear se fue a Eivissa. Un lastimoso último cuarto (7-25) dejó al Hestia Menorca sin una victoria a la que opositó hasta los últimos cinco minutos de partido. Sin el concurso de Jermaine Marrow, el equipo respondió pero no estuvo fresco en el plano ofensivo en ese reseñado tramo final de un encuentro al que llegó con ventaja (59-55 a cinco minutos) y sin sacar partido a su dominio en el rebote frente a un Sant Antoni que seleccionó mejor sus lanzamientos y tiró de oficio y calidad para ganar y celebrar su pase a la final de la Copa LEBPlata.

El Hestia salió más enchufado y con Schilder ganando el rebote estiró el marcador (8-1) ante un rival errático en el tiro y que acumulaba pérdidas. Un triple de Jordi Grimau -decisivo al final- hizo reaccionar a los visitantes que apretaron en defensa y jugaron con criterio en ataque aunque Menorca estabilizó su ventaja en +5 desde el tiro libre (18-13) con cuatro consecutivos de Longarella.

La mejoría pitiusa tuvo continuidad en el arranque del segundo cuarto, cargando el rebote ofensivo y con acierto en el tiro para colocar un 2-11 que obligaba a Javier Zamora a detener el duelo (20-24) con siete minutos por delante. Dos triples de Tamayo y Jiménez y cinco puntos consecutivos de Smallwood devolvieron el mando a los menorquines (31-26). A falta de 2’30 los de Carlos Flores cerraron el camino a su    canasta y con dos triples de Haro y Grimau devolvieron el parcial para llegar con 31-34 al descanso y con un Hestia que acumuló pérdidas fallando canastas fáciles bajo aro en las segundas opciones de tiro que conquistó.

En el regreso, Grimau amplió el parcial para colocar a Sant Antoni con +5 su máxima ventaja. Menorca sacó el carácter, la agresividad en defensa e hizo daño desde el perímetro -cinco triples- para establecer una ventaja importante tras una técnica al banquillo (51-41 a dos minutos para el final) aunque seguía sin aprovechar su dominio bajo la canasta rival. Un triple de Carreño, un robo y la renta que bajó hasta el 53-47 para entrar en el cuarto definitivo.

Un último acto que, al igual que el segundo, no comenzó bien para el Hestia tras el triple de Thompkins y dos tiros libres de Skuja (53-52). Menorca estuvo atascado en ataque y aunque mantuvo el tipo atrás, Sant Antoni llegaba más fresco a la resolución del partido. El último triple del Hestia, que llevó la firma de un enorme Alderete bajo los tableros (20 rebotes capturó) fue el principio del fin para los de Zamora (59-55 a 5’10).

El conjunto de Flores, más acertado con menos lanzamientos efectuados, fue minando la moral de los menorquines que tampoco estaban atinados desde la línea de 4’60. Parcial de 0-10 tras un triple de Bilalovic que comenzó a enterrar las opciones de triunfo del Hestia mientras abría la del triunfo a un Sant Antoni Ibiza que lo confirmó desde la línea de tiros libres con el acierto de Grimau -anotó los últimos siete últimos puntos de su equipo- que puso en el último suspiro la máxima diferencia para los suyos, tan desproporcionada como real para atar una victoria muy celebrada sobre la pista que le conducirá a disputar la final de la Copa LEB Plata.