Los jugadores del Barcelona Lassa celebran la victoria ante el Real Madrid, al término de la final de la Copa del Rey de baloncesto disputada este domingo en el WiZink Center. | Efe

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Real Madrid (16+19+25+17+16): Causeur (14), Randolph (16), Campazzo (19), Ayón (12) y Deck (2) -equipo inicial-, Rudy (5), Llull (13), Reyes (2), Carroll (5), Tavares (2) y Taylor (3).
Barcelona Lassa (20+15+11+31+17): Pangos (10), Ribas (2), Singleton (4), Claver (15) y Tomic (14) -equipo inicial-, Seraphin (6), Hanga (2), Heurtel (22), Oriola (7) y Kuric (12).
Árbitros: Juan C. García, Miguel A. Pérez y Bejamín Jiménez. Adam Hanga fue eliminado por cinco personales (m.41).

El Barcelona consiguió reeditar este domingo el título de campeón de la Copa del Rey ante el Real Madrid, en la prórroga por 93-94, en un partido que se volvió completamente loco y que los dos equipos tuvieron perdido y ganado en varias ocasiones.

El Madrid pareció sentenciar en el tercer cuarto, con un parcial de 25-11 (60-46), pero el Barcelona reaccionó y a falta de 4 segundos vencía por 75-77.

El efecto Llull entró en acción y mando al partido a la prórroga, en la que un tapón de Anthony Randolph a falta de un segundo tuvo que ser revisado por los árbitros que dieron por válida la canasta azulgrana y, por tanto, la victoria del Barcelona. Llull intentó la mandarina milagrosa desde su campo y, aunque tocó aro, no cuajó. La maldición del organizador seguirá un año más, cuando menos.

Con más acierto del que es habitual en una final comenzaron los dos equipos, pero el Madrid lo que hizo fue traspasar su habitual mala entrada en los partidos unos minutos. Del 7-5 (m.2) pasó a un 7-14, dos minutos y medio después, tras admitir un parcial de 0-9.

Fue la primera crisis que tuvo que superar el Real Madrid, que comenzó a tener problemas en la anotación, porque sólo Facu Campazzo al principio y Anthony Randolph al final estuvieron acertados.

El Barcelona, con una buena defensa, y un Víctor Claver muy centrado y efectivo, además de un Ante Tomic trabajador y eficiente, dominó el primer acto hasta el 16-20.

En el segundo cuarto Sergio Llull comenzó a tener su momento. Dos triples suyos y el ritmo que imprimió al juego fueron fundamentales para que el Madrid recuperara el mando en el marcador, 27-25 (m.14).

De aquí hasta el descanso empates, baloncesto control, lucha bajos los aros, con un apartado especial para las refriegas entre Felipe Reyes y Pierre Oriola, defensas al límite, igual que algunas posesiones y empates hasta llegar al 35 iguales con el que los equipos se fueron a los vestuarios.

Igualdad en el marcador e igualdad en la valoración, a 39. Pocos rebotes ofensivos por el trabajo de los equipos a la hora de salvaguardar su zona y fuerza física a raudales en un partido tenso y competido pero con poco brillo para el espectador.

Randolph abrió las hostilidades con un triple liberado desde la esquina en el inicio del tercer acto, en el que siguió el juego denso, los pocos espacios y la igualdad.

Unos buenos momentos de Fabien Causeur le reportaron, empero, la mayor ventaja al Real Madrid del partido, 45-39 (m.23), que Randolph alargó con otro triple, 48-41 (m.24.30).

El Real Madrid comenzó a firmar un cuarto para enmarcar y en siete minutos fue capaz de endosar al Barça un parcial de 20-6 (55-41), con el hispano-mexicano Gustavo Ayón volviendo a dominar el rebote y el juego ofensivo y defensivo de su equipo.

El 60-46 con el que finalizó el tercer periodo dejó la puerta de título entreabierta para el Real Madrid.

El Barça comenzó el intento de remontada con tres triples de Claver, Oriola y Heurtel, 61-55 (m.32), dejando la ventaja madridista en sólo seis puntos e insuflando vida a la final.

El cuarto triple del Barcelona, esta vez de Kyle Kuric, 61-58 (m.33), evidenció el momento de crisis por el que atravesó el Real Madrid.

En poco más de cinco minutos el Madrid tiró por la borda una ventaja de 17 puntos, 58-41 (m.28.30), y pasó a perder (61-63, m.24) aceptando un parcial aterrador de 3-22.

La final volvió al filo de la navaja en el marcador con sucesivos empates a 63 y 65 a falta de cinco minutos para el final.

Causeur salió al rescate del Real Madrid y un triple de raza de Llull, 70-66 (m.35.40), volvió a dar luz a su equipo.

Kuric con un triple y Heurtel, con una entrada y un triple, devolvieron al Barça a números azules, 70-74 a falta de 3 minutos.

El Barcelona tuvo ganado el partido, 75-77 a falta de 4 segundos, pero no contaron con el factor Llull, que prefirió asegurar con una 'bombita' en vez de lanzar un triple y que mandó al partido a la prórroga (77-77).

El Barça se adelantó 81-82 a falta de tres minutos y el Madrid respondió 83-82. El equipo azulgrana tuvo el partido ganado 75-77 a falta de 4.3 segundos, pero entonces surgió el efecto Llull, que con una 'bombita' mando el partido a la prórroga.

Tras cinco minutos de incertidumbre y de cambios en el marcador, el Barcelona volvió a tener ganado el partido cuando vencía por 87-92 a falta de 21.3 segundos. Pero el Madrid con un triple de Randolph y un 2+1 de Jaycee Carroll se vio muy cerca del título, exactamente a falta de 4.3 segundos.

En la última jugada del Barça, Randolph taponó el balón, pero la revisión de los árbitros determinó la ilegalidad y la validez de la canasta, 93-94.

Llull lo intentó desde debajo de su aro, pero su lanzamiento no pudo ser vencedor en esta ocasión. La maldición del organizador continúa.