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Se cumple un lustro de la desaparición del Menorca Bàsquet. Apenas unas semanas después de conseguir en Melilla el tercer ascenso deportivo de su historia a la ACB, la SAD de Maó anunciaba su traumática desaparición. Fue el 5 de julio de 2012.

Inmerso en graves dificultades económicas, que convirtieron en infernal el último año en ACB (2010/11), tras el que la SAD entró en concurso de acreedores, los gestores del club apostaron por un proyecto ambicioso en su retorno a LEB Oro, con la convicción de que el reingreso en la primera liga ejercería como vía de salvación, pues permitiría obtener mayores ingresos.

El movimiento se distinguió fallido, en tanto que el éxito deportivo no dio con la respuesta deseada, también debido a la crisis económica que en esos momentos imperaba a nivel nacional. Con todo, el fatal desenlace pudo haberse burlado, si el Govern Balear de entonces hubiera asumido una deuda de alrededor de 800.000 euros contraída con la SAD en virtud de un acuerdo de patrocinio por medio del canal autonómico, IB3. El Ejecutivo negó la existencia de esa deuda... que sería reconocida y satisfecha dos años después (permitió cumplir con los créditos contra la masa). También el Consell insular rechazó aportar 200.000 con los que el Menorca podría haber subsistido, con un proyecto austero, en LEB Oro.

La construcción del Pavelló Menorca, diez campañas en LEB y cinco en ACB en periodos interrumpidos, además de los momentos más exuberantes que el deporte insular vivió jamás, fue el principal legado que dejó la finada SAD. Y como lapidó Benito Reynés la fecha en que anunció la disolución, «creo que no somos conscientes, y más como se tira hoy en día el dinero, de lo que dejamos morir». Un lustro sin el Menorca Bàsquet.