Sin opción. El visitante Zhauniarovich frena una entrada de Álvarez - Javier

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El Alcázar no pudo superar ayer el último escollo que le quedaba para asegurar la tercera plaza y volar directo a los play offs de ascenso a la Adecco Plata. El Gandia se cruzó en su camino y en un partido redondo para ellos y aciago para los rojillos se llevó la victoria por un contundente 61 a 83.

Salvo la intrascendencia de su derrota y el apoyo de su afición, todo fue negativo para los rojillos. No encontraron su juego. La defensa no era agresiva y el ataque no fue fluido. Nadie puede poner en duda la lucha y entrega de este equipo que ayer sin embargo no tuvo su día. Ojalá que sea el tropiezo 'necesario' para limar detalles y que llegue pronto la victoria que falta para asegurar la tercera plaza.

El encuentro arrancó con los visitantes muy agresivos en defensa. Gatell se fajaba en la zona con el visitante Millar, pero Baquer imprimía un ritmo infernal y un tiro certero. Secundado por el alero Javi Rodríguez le hacían un traje a los locales y las diferencias aumentaban llegando al ecuador con un 6-14 para los valencianos.

El Alcázar no encontraba su juego, le costaba correr y sufrió en estático. Savoy y Duran lo intentaron desde el perímetro pero el balón no quería entrar.

El ataque del Gandia era demoledor y los rojillos no conseguían ajustar su defensa. De este modo las diferencias aumentaban hasta un contundente 27 a 16 al final del periodo.

En el segundo cuarto los gandienses intentaron seguir con la misma dinámica, pero Arbalejo ajustó su defensa y los locales encontraron su esencia de juego. Piedra funcionó como revulsivo, a Durán le entraron los tiros y el Alcázar limó diferencias 28-32 a falta de tres minutos. A partir de aquí los de Maó tiraron parte del trabajo conseguido. El Gandia recuperó el pulso y logró poner tierra por medio. Al descanso, 31-41.

Tras el parón, Segovia Javi Rodríguez y Miller anotaron con facilidad para los valencianos, que de nuevo estiraron el marcador(38-53). El Alcázar fallaba canastas fáciles debajo del aro, su defensa no podía frenar al Gandia y las rotaciones no mejoraban los porcentajes. La brecha en el marcador se hizo cada vez más insalvable y los de Víctor Rubio pasaron como un ciclón (41-64).

En el tramo final ya nada pudieron hacer los rojillos. El partido estaba claramente decantado para el Gandia, que lejos de administrar su renta siguió sin quitar el pie del acelerador, perforando el aro rival con un gran Javi Rodríguez, que acabo con 26 puntos y 33 de valoración. El Alcázar estuvo desdibujado y lejos de las dinámica habitual. Sin bajar los brazos, los mahoneses no pudieron recortar y tendrán que buscar la victoria que les falta para asegurar el play off, en L'Alfàs.