Brindis. Diego Ciorciari, ya en la pista, vierte el cava y charla para el diario Menorca - Javier

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Nadie mejor que Diego Andrés Ciorciari, jugador del Menorca Bàsquet, para trasladar un mensaje de paz, salud, amor... positivismo en general, a la Isla en esta fecha navideña a partir de su acusada personalidad. Es este argentino de Santa Fe, una persona íntegra que exterioriza valores nobles en la cancha donde consigue reunir en un bien común voluntad, esfuerzo, compromiso, mucho carácter, y también la dosis de talento justa para conducir al equipo hacia la mejor solución posible. Es Papa Noël, Diego Ciorciari, el repartidor de ilusión en la cancha quien brinda por la afición menorquina a través de nuestro periódico.

El jugador argentino está revalidando su condición de base notable en la mejor Liga del mundo después de la NBA. Sin temor al equívoco, puede afirmarse que es el jugador más influyente de este Menorca Bàsquet en función de un rendimiento que, hasta la fecha, supera incluso las mejores expectativas externas sobre cuál sería su papel en la ACB.

Su ADN ganador es una garantía para el grupo que juega al ritmo que él impone en la cancha y, tan determinante resulta, que sus ausencias son demasiado relevantes.

La Navidad le ha sorprendido en Menorca sin la familia...

Sí, es un poco duro estar lejos de la familia en estas fechas pero también una alegría que mi hijo pueda compartir con mis padres y la familia de mi mujer estos días tan especiales. Yo lo tengo todos los días y ellos lo ven poco y que puedan tenerlo en la Navidad me pone más contento que triste. Lo llevo bien, para nosotros es un día más porque seguimos trabajando.

Acaba 2010, posiblemente su mejor año como profesional, ¿no?

Sí, haber logrado el ascenso fue todo para mi. Me saqué un peso de encima que me torturaba desde hace tiempo. Ahora me siento más libre y capaz de encarar cualquier meta por difícil que sea.

¿Es como si hubiera rejuvenecido pese a que cumplirá 31 en marzo?

Sí, ese peso es de todo, estrés, años, ansiedad... y todo se va, llega una tranquilidad que te hace jugar mejor.

¿Viendo su juego en ACB no piensa que ha perdido muchos años en la LEB?

No. Estoy jugando ahora así porque la LEB me ha ayudado a pulir mis defectos para llegar a estar de esta manera. La LEB es muy competitiva y casi todos los jugadores que dan el salto lo hacen bien. Se mira a esta Liga de reojo pero la prueba de que es buena, son esos jugadores.

Sí, pero usted tiene 30 años y debe pensar que podría haber estado en el punto más alto, mucho antes, ¿o no?

Sí, obviamente se piensa pero ni me arrepiento ni me pone triste. No quiero mirar atrás, vivo el momento.

¿Jugando así puede estar más cerca el sueño de llegar a la Selección de su país?

No lo sé. No depende de mí. Hice todo para que cuenten conmigo, pero con todo lo que hay en Argentina, quizás política, miraron para el costado. No juego para llegar a la Selección si no para el Menorca. Si nos salvamos y yo no voy a la Selección estaré mucho más contento que si no nos salvamos y me llama la Selección. Es cierto que es un objetivo porque el sueño era subir y ya lo he logrado, pero sin perder la cabeza.

¿Por qué está jugando usted mejor, incluso, que en la LEB?

Son dos Ligas muy distintas y he logrado cambiar el chip. En la LEB jugaba pensando en un play-off, varios partidos en un mes, me guardaba para ese momento en que nos jugábamos toda la temporada en un mes. Ahora no vamos a tener play-off y sé que cada partido es una final porque no hay mañana. Tienes que ganar cada encuentro que se presenta la oportunidad porque sumar 11 o 12 victorias es muy difícil. Para mí, que me considero un jugador de partidos finales o importantes, me siento más cómodo porque cada partido es el último y doy todo lo que tengo.

Incluso está encestando usted desde fuera, una carencia negativa de su juego hasta ahora...

Son sensaciones, están entrando ahora. Yo sabía que iba a tener muchos minutos porque Micki está desarrollándose y es muy joven todavía. Sabía que tenía que tomar mis tiros, 7, 8 o 9 cada partido jugando casi 30 minutos y los tomo con mucha confianza porque sé que los voy a hacer y además están entrenando. El equipo necesita eso y tomo la responsabilidad con mucho agrado.

Sí, porque usted ha dicho que su primera, segunda y tercera opción es el pase, pero ahora ya no...

Es que tenemos muchos problemas para anotar y ya los rivales saben de mis ganas de pasar el balón y quizás me dejan más libre. Pero poco a poco vamos a más en ataque e irá cambiando mi anotación y subiendo mis asistencias.

¿A usted se le ve más maduro en la cancha, quizás también porque el equipo es muy inmaduro?

Un poco de todo. Tengo 30 años, he logrado cosas y cada año al base se le ve mejor, con más experiencia y sabiendo manejar el equipo. Lo que noto es que el equipo me respeta, soy de los más veteranos después de Diego y eso hace que los compañeros te respeten o te mimen más, y eso se nota.

O sea que si hace un mal tiro ya nadie le mira con mala cara.

(ríe), No, no, nadie

Póngase en la piel de una aficionado, ¿qué sensación le da el equipo?

Yo estoy orgulloso. Todos saben nuestras limitaciones y no nos queda otra que dejarnos la piel como lo hacemos. No somos un equipo lindo de ver pero a la gente que sabe apreciar el esfuerzo, me iría contento siempre por la entrega que no tiene nada que ver con otros del Menorca en esta Liga.

Es muy justito este equipo para la ACB...

Son las posibilidades del club ahora. Nosotros solo pensamos en hacer lo posible para lograr la permanencia. Otros pensamientos sería buscar excusas. Tenemos la mentalidad adecuada.

¿Jugar con un segundo base de mucho talento, como Servera, pero sin experiencia es un handicap para usted y para el equipo?

No, para mi, es una presión, es lo que más me cuesta, tratar de dejarle el equipo ganando para que él lo tenga más fácil y todos le arropen. Cada vez que salgo miro el marcador para ver si estamos arriba y que Micki pueda llevar un equipo ganando que no perdiendo, que es mucho más difícil. Eso es lo que trato de transmitirle porque tiene talento para progresar con calma y hacer lo que quiera.

¿Entonces, junto a otro base más experto, usted sin tanta presión rendiría aún mejor?

No, porque yo me siento cómodo jugando así. Tengo que jugar y reaccionar estando todo el tiempo en el partido para que los que vienen del banquillo estén mejor. No es bueno pensar en que sería mejor con otra gente.

Pero eso le provoca más desgaste físico a usted y la Liga es larga...

Sí, cuesta mucho porque la Liga es muy física y los rivales tratan de atacarte y cansarte más, pero no hay que perder tiempo pensando en lo que sería si no en mejorar y ser perfectos para poder ganar.

La gente teme que en febrero usted esté agotado. ¿Qué le dice a la gente?

Vivimos de esto y mi cabeza es prepararme toda la semana lo mejor posible para rendir 30 minutos al máximo. Hay veces que me siento mal por no poder jugar un poco más o darle el ritmo que necesita el equipo. No va a haber play-off y lo doy todo hasta que pueda.

¿Aguantará toda la temporada?

Creo que sí, porque la preparación que hacen conmigo Cuco y Paco regulando las cargas de trabajo durante la semana para que llegue al partido lo mejor posible, son excelentes. Pero yo me critico por no poder jugar un poco más. Conozco mi cuerpo y sé que regulando las cargas puedo llegar.

También parece evidente que al equipo le falta un tirador...

Como faltarle podríamos hacer una lista muy grande. El CAI es el que mejor tira de 3 y tiene una victoria más que nosotros. El tirador no te garantiza partidos. Siempre pienso que si viene un tirador pero no defiende como el equipo ha entendido que tiene que hacerlo, no cambiaría a ninguno por un tirador.

¿Si fuera usted consejero del Menorca votaría porque se haga un esfuerzo para fichar?

Lo que más le pesa al equipo es que somos 10 más la ayuda de los chicos y eso hace difícil entrenar. Que llegue un jugador no sólo es para que juegue y dé una rotación más. Es que siempre que le pasa una cosita a alguien ya no podemos entrenar como esta competición exige. Pero no estoy en condiciones de recomendar nada a nadie.

Usted dijo que la magia no existe si no hay mimbres. ¿Hay los suficientes en el Menorca para salvarse?

Sí, los mimbres de este equipo son el compromiso, la mentalidad y saber convivir con nuestros defectos. Entramos al partido tan preparados como para ganarle a cualquiera y hemos ganado a casi todos nuestros rivales y competido contra todos salvo contra el Barça. Creo, sinceramente, que lo vamos a lograr. Preparamos los partidos de una manera increíble gracias al cuerpo técnico y eso es lo que no es magia. La semana es un examen y llegamos al partido para disfrutarlo.

¿Si sigue jugando a este nivel, será difícil que renueve aquí?

No puedo pensar en eso porque me debilitaría. Lo doy todo para el club que me da todo a mi, y siempre creo que un buen proyecto mantiene su bloque. Lo único que pienso es que el Menorca se salve y seguir juntos mucho tiempo.

Lo que está claro es que usted dijo que había sido feliz en Melilla y aquí lo está siendo tanto o más que allí, ¿no?

Sí, es una situación bastante parecida a la que viví allí. Mourinho dice que los resultados vienen en el segundo año y seguir ayuda mucho.

Un mensaje para la afición como Papa Noël Ciorciari

Que brinden por tener salud y por la salud del equipo que vamos justito y es necesaria. Que le pidan un 2011 con el Menorca en ACB y que disfruten de él, que no es tan lindo de ver como otros, pero el que viene se va contento por lo que transmite.