Reto en el que no está sola
Con el reto muy claro de Fiol de «salud mental por encima de todo», la corredora del Menorca Trail Es Castell desafiará al desierto del Sáhara por una buena causa, una ansiedad que ella misma sufre en primera persona. Y quiere usar el deporte como herramienta para visibilizarla. «Demasiado tiempo tardé en descubrir el deporte de ‘jovencita' no eres consciente de que puede estar ‘tonteando' con algún tipo de enfermedad mental y el deporte me ha llevado a conseguir parar mi cabeza en infinitas ocasiones», señala a «Es Diari». «Si practicáramos más deporte habría menos problemas mentales seguro. Y no solo me refiero a correr, cada uno debe encontrar como parar la cabeza y en mi caso, aunque tarde, fue con el correr», exclama.
A través de este proyecto de la Marathon des Sables a Maria Fiol le gustaría llegar «a todo el mundo de que mantener el cuerpo activo hace que rebajemos el cortisol y con ello el estrés ‘malo'. No es necesario un deporte de alta intensidad, basta con alguno que nos active el neurotransmisor de la serotonina. Esta sería la parte científica que no entro mucho porque no soy profesional de la salud mental», espeta. A parte de eso, la maravilla del deporte es «que te ayuda a parar la cabeza. Hay una diferencia abismal entre parar la cabeza y tapar con cosas lo que tenemos en la cabeza. El deporte la para». Y es que, entre muchos otros motivos, Fiol prepara este solidario reto porque «todavía hay mucha gente que hablas de ansiedad y te contesta con un: ‘Bueno, pues relájate'. Si fuera tan fácil ya lo habríamos hecho; la gente tiene miedo a que la etiqueten de loca, de hacerla culpable por estar así, y no, nadie es culpable por tener una patología mental», abunda, mientras no para de recibir muestras de cariño e interés por el proyecto.
Marathon des Sables es, recuerda Fiol, «una de las carreras más duras del mundo, con parte de mis fantasmas: el calor, el hambre y la soledad. Una dureza extrema que me llevará a controlar mi cabeza sí o sí. Una carrera que desde que empecé a correr estaba en mi cabeza pero tenía miedo, hasta que dejé la medicación de la ansiedad hace justo un año. Dije que no podía ser que algo me impusiera tanto que me paralizara y así en la vida mismo», dice orgullosa. Ypara todo ella, dice alto y claro, «nunca he estado sola, mi familia, mis hijos y Dani, mi pareja, siempre han estado conmigo; en mis ‘depresiones' y en mi día a día. En mis noches sin dormir, mis días sin respirar e incluso cuando ni yo misma me soportaba ellos lo hacían», narra, emocionada. Deportivamente rodeada de grandes profesionales, entrenadores, nutricionista, ‘coach', ‘fisio' y equipo de imagen pero «sobre todo, toda la gente que sufre como yo. Estoy en ‘shock' porque en menos de 24 horas ya se han interesado empresas por este maravilloso y humano proyecto».
Desde que Fiol en abril se decidió por los Sables– «mientras iba en ‘bici' con Dani y Emilio–, ya es enfrentarme a la ansiedad que esta carrera me produce. La soledad me paraliza y siempre dicen que el miedo hay que mirarlo a los ojos. Sables va más allá de que yo supere mis fantasmas, es un grito a que todos tenemos que enfrentarnos a nuestros miedos para superarlos», sostiene Fiol. Evidentemente una carrera de esta magnitud, «impone mucho respeto pero además es necesaria para darle la bofetada que la ansiedad se merece», dice Fiol de una carrera que se celebra cada año en el Sur de Marruecos y recorre 250 kilómetros en seis etapas.
El apunte
«Este proyecto no acaba en Sables y sí, recuerdo a la gente que no están solos»
2 comentarios
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María eres un ejemplo. Muchas gracias.
Després de llegir el que sa posat sa pell de gallina El món nessecita persones com tu