Lluís Salom, círculo completado

A su llegada a la línea de meta, la organización otorgó a Salom la medalla de seis estrellas que distingue a los atletas que han completado las seis Grandes del Maratón Mundial. «Era mi objetivo, cerrar el círculo», reconoce satisfecho el veterano corredor, «tenía dudas de cómo responderían mis piernas puesto que había tenido un problema de salud y al final creo que incluso me fue bien no haber entrenado tanto».

El atleta mahonés, que acudió acompañado de su hermano el doctor Fernando Salom, fue el único menorquín en participar de entre cuarenta y cinco asistentes españoles. La maratón se corrió en unas buenas condiciones climatológicas, una temperatura de unos seis grados, algo más de un cincuenta por ciento de humedad y bajo un cielo nublado. La participación fue de 35.500 corredores.

La carrera de fondo tokiota, que celebraba su décimo segunda edición, tuvo como vencedor al keniano Dickson Chumba (2h19:51) y la etíope Birhane Dibaba con 2h19:51.

Próxima estación

Salom funciona por retos, «correr por correr es aburrido», y el próximo objetivo que se ha fijado es completar 50 maratones. En Tokio culminó su prueba 36, cubiertas en dos etapas. En su época de estudiante acabó diez y desde que retomó su afición, en Berlín 2011, ha finalizado otras veintiséis.