solidaridad

«La enfermedad de mi hija me hizo querer ayudar a otros»

Elena lleva años vendiendo y haciendo detalles de regalos solidarios y ahora abre su tienda 'Mary disseny'

Elena Monteolivera, posando para esta entrevista. | T.Ayuga

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Elena Monteolivera perdió a su hija Elena Pulido, de cuatro años y medio, en 2002. Nació en con el intestino prácticamente necrosado, por lo que su única oportunidad era el trasplante. La operación fue bien pero la falta de anticuerpos hizo que acabara desarrollando dos cánceres que no logró superar. «La enfermedad de mi hija me hizo querer ayudar a otros», confiesa Elena. Por ello, empezó a vender detalles manuales en mercadillos para ayudar a otras familias con niños «especiales» y en breve abrirá la tienda ‘Mary Diseny’ para este fin.

El caso de su hija fue muy sonado. Elena Pulido nació en 1998, en Palma, con un vólvulo intestinal que hizo que la tuvieran que trasladar al Hospital de La Paz, en Madrid, para realizarle un trasplante hepático intestinal. La donación llegó en el año 2000: «Fue la primera niña trasplantada en España de intestino, más cinco órganos», detalla. «Estuvo conectada a una máquina que la alimentaba por nutrición parental hasta los tres años». Sin embargo, por la falta de defensas acabó desarrollando dos cánceres, de los cuales no superó el segundo.

En 2014, Elena Monteolivera empezó su labor altruista colaborando con Akitu Project, que ayudaba a personas en Tanzania. Más tarde, conoció la Asociación NUPA; la única española que ayuda a pacientes y familias afectadas de fallo intestinal y trasplante. «Estuve con ellos tres años, recaudando dinero, haciendo artesanías y manualidades. Con lo que sacaba ayudaba a pagar las estancias del hospital y otras necesidades de las familias», narra. Durante el proceso de los mercadillos conoció a familias con niños «especiales», con distintas enfermedades, que le pedían ayuda. «Al principio ayudaba a NUPA y a dos familias mallorquinas, pero llegó un punto en que no podía abarcar tanto. Me dolió dejar la asociación, pero decidí ayudar a familias que podía conocer personalmente».

Ahora brinda apoyo financiero a siete familias con hijos con diferentes enfermedades. Tres tienen parálisis cerebral; una tiene una enfermedad rara y le faltan 75 genes; otro tiene agenesia, una enfermedad rara con solo 35 casos mundiales; y otra nació prematura y tiene problemas neurológicos.
«Mi objetivo siempre ha sido ayudar a los demás, porque yo económicamente podía vivir en Madrid, pero veía a muchos padres que dormían en el coche o no tenían una vivienda. Siempre quise ayudar a gente para que no pasara esas penurias. Las familias a las que ayudo aquí no están en esta situación, pero necesitan ayuda económica para las terapias», explica.

Todo este caldo de cultivo ha acabado animando a Elena a abrir una tienda física para vender sus detalles y recaudar fondos. «Siempre he pensado que teniendo una tienda podía llegar a más gente, porque con un local físico es más fácil explicar por qué y a quién ayudo. Siempre la quise abrir pero tenía dos hijos pequeños. Ahora que son más mayores e independientes, me he volcado en desarrollar el proyecto; que lleva en mi cabeza desde hace años», dice.

En su tienda, la mayoría de los artículos están hechos a mano como pulseras o llaveros, pero vende algunos otros que son comprados como bolsos o carteras. De los beneficios que saque, una parte será para las familias y otra para mantener el negocio: «Mi objetivo no es lucrarme», sentencia.
Además de vender artículos de regalo, hace recordatorios solidarios para eventos como bautizos, comuniones o bodas. El local está situado en la calle Berga, 29, de s’Arenal y se inaugurará formalmente el próximo 7 de abril, a partir de las 10.00 horas. Otra gran motivación para empezar con esta empresa guarda un cariz más emocional: «No quiero que la memoria de mi hija se pierda. Quiero que la gente que venga a la tienda conozca su historia y la de los niños apadrinados».

Mary Poppins

El logotipo de la tienda es muy significativo. Esta confeccionado a partir del sombrero y el paraguas de Mary Poppins (como se ve en la imagen circular), el personaje de Disney. «Para mí es un personaje muy especial porque la niñera podía volar, lo cual relaciono con ‘volar con la imaginación’ y que con ese paraguas puedo llegar hasta el cielo, para estar con mi hija», explica.

En la tienda también hay un espacio bautizado como ‘el rincón de Blanquita’, la perrita de los 101 Dálmatas. «Mi hija era muy fan de la película y se identificaba con Blanquita». Con la venta de cualquier artículo de este rincón, que serán para mascotas, se hará un donativo a un refugio o asociación animalista. Aunque por ahora ayuda a siete familias, Elena quiere apoyar «a todas las que vengan y pueda ayudar». También quiere convertirse en mayorista para que sus productos se vendan en otras tiendas y que la gente que los compre sepa que está ayudando a estas personas.