El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, pronuncia su discurso con motivo del Día de Baleares | ISAAC BUJ-EUROPA PRESS

TW
32

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, de Vox, aseguró sábado que no puede existir el Estado de Derecho sin un Poder Judicial «imparcial» y consideró «inaceptable» que «los jueces respondan a cuotas de partidos políticos o que sea posible aventurar el resultado de un recurso en función de la composición de un tribunal o la sensibilidad de sus componentes».

El presidente de la Cámara se expresó así en su discurso institucional de 1 de marzo, Dia de les Illes, mientras está a la espera de que la Adiencia Provincial estime o no un recurso que ha presentado tras la decisión de abrirle juicio oral por delito de odio como consecuencia de su actuación durante el pleno que debatía sobre la ley de memoria democrática y durante el que rasgó una fotografías de las llamadas Roges del Molinar.

Toda la izquierda reclama desde entonces la renuncia del Le Senne, a quien considera «indigno» de presidir la Cámara. Més no asistió al acto intitucional de este sábado; el PSIB acudió con una representación mínima y tanto Iago Negueruela, portavoz, como Mercedes Garrido, vicepresidenta segunda, se apartaron de Le Senne cuando pronunciaba su discurso. El gesto más crítico con este lo protagonizó la única diputada de Podemos, Cristina Gómez, que se puso de espaldas mientras hablaba.

Vivienda e inmigración

El presidente de la Cámara abogó por «elevar el nivel del debate parlamentario y evitar situaciones inapropiadas» y afirmó que «poco favor les hacemos» a los ciudadanos «si la falta de decoro es casi lo único que les llega de nuestra actividad parlamentaria» por lo que se refirió a la importancia de que «todos conozcamos bien el reglamento y colaboremos respetándolo».

Le Senne, en su intervención de este sábado, volvió a un asunto al que ya había aludido hace un año: el descenso de la natalidad que coincide con mayores tasas de envejecimiento y, paradójicamente, con el aumento de la población.

«Hago un llamamiento a todos los grupos y a todas las instituciones para poner este problema crítico de la falta de natalidad en el centro del debate público. No tenemos tiempo», dijo.

El presidente del Parlament también echó mano de otros asuntos que están en la agenda de Vox y en la del PP: la vivienda y la inmigración. En ambos casos criticó el excesivo «intervencionismo» de la Administración y la «mala regulación». Y dijo que «no es posible plantear que no se puede construir más pero, a la vez, que se debe acoger a todo el que venga». Afirmó que «un intervencionismo mal concebido» ha «cortocircuitado» el mercado de la vivienda, limitando los contratos, el actualizar precios e «incluso impidiendo el desahucio de inquilinos morosos», lo que ha llevado a las ‘inquiocupaciones’».

De acuerdo al relato de Le Senne, las subvenciones y ayudas del estado de bienestar derivan en «asistencialismo», que provoca un «poderoso efecto llamada por un mal diseño de las ayudas y subvenciones públicas» y que eso provoca «una inmigración masiva, irregular y desordenada que amenaza la seguridad, la cultura e incluso el sistema económico». Para el presidente de la Cámara, «la inmigración ilegal y la ocupación de inmuebles» ha llevado «al desorden tumultuario». Y en este sentido incidió el la importancia del «imperio de la ley».