El delegado provincial de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, Federico Chacón; el policía del Cuerpo de la Nacional y experto en ciberdelincuencia José Díaz, y las psicólogas Mercedes Cimas y Shannon de Jesús. | Alejandro Sepúlveda

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En una era digital donde la sociedad está altamente conectada, los peligros a los que los adolescentes y jóvenes se exponen en internet y las redes sociales cada vez son mayores. Por ello, cuatro expertos en la materia apuntan a que la clave para prevenir reside en educar y formar para hacer un uso adecuado de estas herramientas digitales. El Consell de Mallorca organizó este miércoles una charla, enmarcada en el programa Salud Mental en la Juventud, sobre riesgos del entorno digital y su impacto mental en los jóvenes en la que participaron el delegado provincial de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, Federico Chacón; el policía del Cuerpo de la Nacional y experto en ciberdelincuencia José Díaz, y las psicólogas Mercedes Cimas y Shannon de Jesús.

«Los peligros a los que se enfrentan son la falta de privacidad en la comunicación de datos privados; la tecnoadicción, y la difusión y consumo de contenidos ilícitos y para los que los menores no están preparados, principalmente pornografía y violencia», explicó Chacón. «Hay que tener más control, las redes sociales afectan a menores y adultos, no dejan de ser peligrosos cuando nos hacemos mayores, el punto clave es la prevención e informar en su uso», apuntó Díaz. «Tiene que haber herramientas técnicas para el verificado de edad», añadió Chacón.

«Hay que poner límites, lo que no tiene sentido es que no ponerlos. Por mucho que haya herramientas, si en casa no se regula su uso... No puede haber padres que dan un móvil sin saber lo que es Onlyfans», aseguró Cimas. También señala la falta de implicación parental a la hora de formarse sobre la cuestión: «Doy charlas en colegios porque lo piden las asociaciones de padres; se hacen fuera del horario escolar, son gratuitas y hay ludoteca para los hijos; y aún así solo vienen 15 padres».

Falta de sueño, sedentarismo, relaciones sexuales precoces, trastornos de la conducta alimenticia o síndrome de FOMO son algunas de las consecuencias que acarrea el uso indebido del móvil. De hecho, tanto Cimas como De Jesús advirtieron de que «las problemáticas están yendo a más». «El rendimiento académico está bajando muchísimo, hay niños con problemas de lenguaje y falsos autismos», alertó De Jesús. «Se están generando TDA en niños que si no estuvieran todo el día con el móvil no tendrían déficit de atención».

La solución parece clara: no dar un dispositivo móvil a menores de 14 años. «A partir de los 12 años se tendría que empezar a formar a los niños sobre su uso», dijo Cimas. «A los profesores siempre les decimos que hay que educar en digitalización. Se tendría que empezar en Sexto de Primaria, que es cuando empiezan a usarlos solos», apuntó Chacón.

«No se tendría que dar un móvil hasta los 14 años y cuando se diera se tendrían que poner límites y hacer un acompañamiento», indicó De Jesús. «Muchos padres dan uno muy pronto por presión social. Creen que si no su hijo estará aislado, pero los que no dan el móvil aseguran que sus hijos no lo están, sus amigos los llaman para quedar y llevan una vida normal».