Salvamento Marítimo atiende migrantes de las pateras rescatadas el lunes en Portocolom.

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Más de 6.000 kilómetros de viaje para subirse en una patera y llegar a Baleares. La ruta de inmigración desde Argelia amplía las nacionalidades que la emplean. Para muestra lo ocurrido el lunes, cuando llegaron cinco embarcaciones, todas ellas interceptadas en Cabrera. De ellas, en una viajaban magrebíes, en dos los migrantes venían de Mali, otra de Guinea-Conacri y, la más sorprendente, desde Somalia. Solo el trayecto entre el Cuerno de África y Argelia supone 8.500 kilómetros en carretera si fuera directo.

La llegada esta semana no es la primera desde Somalia. Ya se han detectado otras similares según refieren abogados especializados en la atención a migrantes. También, organizaciones como Caminando Fronteras apuntan desde hace meses a que la ruta se ha ampliado con presencia de personas desde territorios igual de remotos como Yemen, pero también Palestina o Siria, según los informes de esta organización.

En sus orígenes la ruta argelina tenía un componente muy local. La inmensa mayoría de migrantes provenían del mismo país magrebí y eran, también casi todos, hombres jóvenes. Sin embargo, tras el cierre de la frontera argelina a las devoluciones y las maniobras de otros países europeos para bloquear las llegadas a Italia o Grecia desde Túnez y Libia, el panorama ha cambiado. La presencia de subsaharianos se ha extendido y también la de otros perfiles de personas como mujeres que hacen la ruta con sus hijos. Ayer llegó otra embarcación, en este caso a Formentera, con otros 21 migrantes a bordo, magrebíes.